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TIENE IMPORTANCIA LA APERTURA DE LA PUERTA

TIENE IMPORTANCIA LA APERTURA DE LA PUERTA

¿Alguien entiende por qué, cuando está de moda “El día de puertas abiertas”, las iglesias consagradas tienen todo el día las puertas cerradas?

La Iglesia la fundó Cristo, en Pedro, para cumplir la voluntad de Dios, y esta se cumple gracias al servicio de los hombres. No hace mucho, el Santo Padre recordó la necesidad de tener abiertas las iglesias… pero algunos, demasiados, tienen sus amnesias. Está muy mal, la desobediencia pastoral a la voluntad papal, voluntad del “Siervo de los siervos de Dios”.

Hablando de servicio, una iglesia cerrada es un mal servicio, y su cerrazón sin razón, no deja de ser vicio. Hay que abrir para servir; “Servid al Señor con alegría…”, abriendo la iglesia todo el día. Lucifer no quiso servir a los hombres, y en Satán se convirtió. A este siniestro personaje, le encantan las iglesias cerradas, los sagrarios vacíos y los confesonarios polvorientos. Hay mucha iglesia cerrada a cal y canto, sólo abierta alguna hora el día Santo (el Domingo) para la Misa, y que se cierra muy deprisa.

Una iglesia cerrada, es una mala jugada. Si la puerta no está abierta, la casa queda desierta, no hay vida ni alegría, y parece como muerta.

Las iglesias no se hicieron para permanecer cerradas durante largas temporadas, y luego abrirlas para algunas chacotadas que producen desconcierto, como el caso de un concierto, o más bobadas —son paredes consagradas—, o con motivo de eventos u otros cuentos, que carecen de argumentos. Aprovecho el momento para aclarar que un oratorio no es un auditorio. Los templos, aunque sean monumentales, como algunas catedrales, no se construyeron con ánimo museístico ni para curioseo turístico, se levantaron con sangre y sudor, y mucho amor, para gloria del Señor; son monumento en honor del Santísimo Sacramento.

Templos cerrados, católicos desamparados, y curas parados que no cumplen con sus deberes de estado, que son, entre otros, los de estar, de ordinario, celebrando Misa, en el confesonario, orando ante el sagrario, rezar el breviario… y no disfrazarse de modo tan estrafalario. ¡Sacerdote, abre el templo y “piérdete” dentro!, que Jesús-Niño se “perdió” durante tres días.

Templo con puerta abierta, la fe despierta. ¡Cuántos deben su conversión o su vocación, a haber entrado en una iglesia, en una ocasión en que estaba abierto el portón! ¡Qué tristeza, que aflicción, si está cerrado el portón! ¡ABRID LAS PUERTAS CADA DÍA, SINE DIE!

La iglesia es la Casa de Dios y de sus hijos, nosotros. La casa abierta es acogedora, cualquier día y hora; nos invita a entrar y saludar al Padre, adorar al Hijo, y escuchar al Santo Espíritu; en el templo podemos descansar —no me refiero a dormir y roncar— recordando la invitación de Jesús: “Venid a Mí los que estáis cansados y agobiados…”. Dios está en el sagrario, y nos espera. Sus delicias son estar con los hijos de los hombres. ¿Cómo se atreven a cerrar, y hacer a Dios esperar? ¿Es que están locos de atar?

“Dejad que los niños se acerquen a Mí, y no se lo impidáis…” No pongáis impedimento para que nos acerquemos a Jesús-Sacramento, que está en el sagrario, que se encuentra adentro.

Además de orar y descansar, podemos —y necesitamos— entrar en la iglesia para asistir a Misa y comulgar —que no es poco—, también para confesar, porque yendo por estos andurriales, surgen urgencias espirituales.

¿Y cómo se cocina y se combina, para tener abierta la iglesia vecina? ¡Adivina, adivina! ¡Con el voluntariado de la gente vecina!

Al hilo del cumplimiento del quinto Mandamiento —de la Iglesia— que dice: “Ayudar a la Iglesia en sus necesidades” (no en otras necedades), encontraríamos en cada parroquia, varias personas, encantadas de poder servir, colaborando con amor, y tener el honor de custodiar el Templo del Señor. El párroco se puede limitar a invitar.

Pidamos a Santa María, Madre de la Iglesia y Puerta del cielo, que no nos den más con la puerta en las narices, para que seamos santos y felices.  

QUÉ TE PARECE:

Vives feliz y contento, si cualquier día y momento, sabes que puedes entrar en la iglesia del lugar.