La Biblia Capítulo 8 1 Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo soplar un viento sobre la tierra, y las aguas empezaron a bajar. |
Meditación:
La terminación del Diluvio – Génesis 8, 1-14. Todo terminó. Dios recordó al hombre y mandó el viento que sopló a favor de la vida del hombre en la tierra. Dios quería que el hombre siguiera poblando el mundo. Dios quería y quiso y quiere. Por eso el tiempo, que en Dios no existe, porque para Dios no hay tiempo, sino que todo es Su tiempo. Para el hombre realmente existe el tiempo para que pueda así vivir y redimirse con la gracia de Dios que asiste a las almas que lo aman y se apoyan en Jesús, en la fuente del Poder de Dios. Porque Jesús es el Poder de Dios puesto en forma humana para que, conociéndolo, lo aceptemos y, viéndolo, lo imitemos, y la fuerza de Dios obre en nosotros por los méritos del mismo Dios en Jesús, y como Noé, por nosotros y nuestras obras de fe, cese la lluvia y amaine el tiempo de la prueba, y la vida siga sobre la tierra. Amados, Dios quiere, quiso y querrá siempre, que tú y yo vivamos en Su Amor. Amémosle y cuidemos de los seres vivos y de nuestros hijos, como Noé cuidó de los suyos, y por él, por la fe de Noé, ellos, sus hijos, heredándola, también pudieron entrar en el arca. ¡Sálvate! ¡Salva a los de tu casa! ¿Qué tienes que hacer? Imita a Noé y sé también como Cristo: Obedece en todo a Dios Padre, creador y dador de vida. ¡Vive! ¡Cuida de la vida! ¡Ama! Déjate amar por Dios, que Él te recuerda y te manda el viento que seca tus lágrimas por los pecados de omisión y los otros que también han ofendido a Dios. Usa de Cristo: Utiliza los sacramentos y sálvate en Nombre de Dios: Jesús. P. Jesús © copyright |