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12 Biblia y meditación

La Biblia
La terminación del Diluvio
Génesis 8, 1-14.

Capítulo 8

1 Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales salvajes y domésticos que estaban con él en el arca. Hizo soplar un viento sobre la tierra, y las aguas empezaron a bajar.
2 Se cerraron las fuentes del océano y las compuertas del cielo, y cesó la fuerte lluvia que caía del cielo.
3 Poco a poco las aguas se fueron retirando de la tierra; y al cabo de ciento cincuenta días ya habían disminuido tanto,
4 que el decimoséptimo día del séptimo mes, el arca se detuvo sobre las montañas de Ararat.
5 Así continuaron disminuyendo paulatinamente hasta el décimo mes; y el primer día del décimo mes aparecieron las cimas de las montañas.
6 Al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana que había hecho en el arca,
7 y soltó un cuervo, el cual revoloteó, yendo y viniendo hasta que la tierra estuvo seca.
8 Después soltó una paloma, para ver si las aguas ya habían bajado.
9 Pero la paloma no pudo encontrar un lugar donde apoyarse, y regresó al arca porque el agua aún cubría toda la tierra. Noé extendió su mano, la tomó y la introdujo con él en el arca.
10 Luego esperó siete días más, y volvió a soltar la paloma fuera del arca.
11 Esta regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de bajar.
12 Esperó otros siete días y la soltó nuevamente. Pero esta vez la paloma no volvió.
13 La tierra comenzó a secarse en el año seiscientos uno de la vida de Noé, el primer día del mes. Noé retiró el techo del arca, y vio que la tierra se estaba secando.
14 Y el vigesimoséptimo día del mes, la tierra ya estaba seca.

Meditación:

La terminación del Diluvio – Génesis 8, 1-14. 

Todo terminó. Dios recordó al hombre y mandó el viento que sopló a favor de la vida del hombre en la tierra.

Dios quería que el hombre siguiera poblando el mundo. Dios quería y quiso y quiere.

Por eso el tiempo, que en Dios no existe, porque para Dios no hay tiempo, sino que todo es Su tiempo. Para el hombre realmente existe el tiempo para que pueda así vivir y redimirse con la gracia de Dios que asiste a las almas que lo aman y se apoyan en Jesús, en la fuente del Poder de Dios. Porque Jesús es el Poder de Dios puesto en forma humana para que, conociéndolo, lo aceptemos y, viéndolo, lo imitemos, y la fuerza de Dios obre en nosotros por los méritos del mismo Dios en Jesús, y como Noé, por nosotros y nuestras obras de fe, cese la lluvia y amaine el tiempo de la prueba, y la vida siga sobre la tierra.

Amados, Dios quiere, quiso y querrá siempre, que tú y yo vivamos en Su Amor. Amémosle y cuidemos de los seres vivos y de nuestros hijos, como Noé cuidó de los suyos, y por él, por la fe de Noé, ellos, sus hijos, heredándola, también pudieron entrar en el arca. ¡Sálvate! ¡Salva a los de tu casa! ¿Qué tienes que hacer? Imita a Noé y sé también como Cristo: Obedece en todo a Dios Padre, creador y dador de vida. ¡Vive! ¡Cuida de la vida! ¡Ama!

Déjate amar por Dios, que  Él te recuerda y te manda el viento que seca tus lágrimas por los pecados de omisión y los otros que también han ofendido a Dios. Usa de Cristo: Utiliza los sacramentos y sálvate en Nombre de Dios: Jesús.

P. Jesús

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