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94 Biblia y meditación

La Biblia
El arresto de José
Génesis 39, 16-23

16 Ella guardó el manto de José hasta que regresó su marido, 
17 y entonces le contó la misma historia: «El esclavo hebreo que nos trajiste se ha burlado de mí y pretendió violarme.
18 Pero cuando yo grité pidiendo auxilio, él dejó su manto a mi lado y se escapó».
19 Al oír las palabras de su mujer: «Tu esclavo me hizo esto y esto», su patrón se enfureció,
20 hizo detener a José, y lo puso en la cárcel donde estaban recluidos los prisioneros del rey. Así fue a parar a la cárcel.
21 Pero el Señor estaba con José y le mostró su bondad, haciendo que se ganara la simpatía del jefe de los carceleros.
22 Este confió a José todos los presos que había en la cárcel, y él dirigía todo lo que allí se hacía.
23 El jefe de los carceleros no vigilaba absolutamente nada de lo que había confiado a José, porque el Señor estaba con él y hacía prosperar todo lo que él realizaba.

Meditación:

El arresto de José

Tú, como José, en medio de tus desdichas, de tus infortunios y tanto sufrimiento, muchas veces en soledad, porque estás quizás solo, tú, como a José, el Señor está contigo. Sí, créetelo, aunque tu vida esté llena, plena de sufrimiento y desdicha, créetelo; sí, te digo que tú, como a José, el Señor está contigo. Y te preguntas, ¿qué cambia de la vida teniendo al Señor?; te lo diré: que se van cumpliendo sus planes, ¡tu misión!, vas viviendo mientras no llegan a tu vida los acontecimientos agradables, que van a llegar, como le llegaron a José. Sigue leyendo en la sagrada Biblia esta historia, y verás como Dios sí que estaba con José, y te darás cuenta, que sí, que Dios está contigo a pesar de tanto infortunio; pero cuando la familia te maldice, como hicieron con José, eso se vive; su maldición, hasta que la vida les devuelve lo que piden por ti, y entonces todo cambia, porque Dios espera que los bendigas y los ayudes allí donde ellos te maldijeron, te desterraron, te calumniaron, engañando a todos y acabando tú solo y desesperado, sufriendo tanto y todo por no ser amado, por ser envidiado de la familia y maldecido. Pero aunque te hayan maldecido como a José, puedes ver que a él, a José, lo que hacía para otros, era bendecido de Dios, aunque para sí mismo no le iban bien las cosas, porque hay un tiempo que cumplir cuando la fuerza de la maldición se ha derramado en el destino, porque hay un destino, digamos que es la historia, los acontecimientos de la vida de todas las personas unidas en el todo del tiempo, eso lo podemos llamar destino, porque unos a otros se influyen, sea para bien o para mal, y como veis, las guerras no se terminan en un día, duran más, como dura siempre la maldición recibida hasta que Dios, unido al tiempo, no aclara las cosas, no las pone en orden a tu favor, y mientras ocurre esto, te encuentras con personas como la mala esposa de Putifar, y es que sin el apoyo de la familia unida, habiéndote maldecido, todo lo tuyo va mal aunque tengas la bendición de Dios en tu vida, y acabado el proceso, digamos del “ajuste” de bendición de Dios que termine con la maldición de la familia, debe pasar un tiempo terreno. Dios no quiere que se maldiga, Jesús lo dijo, lo leemos en los Evangelios, porque pasa esto, cuando se maldice pasa esto que pasó José, que estás pasando tú, que vives con gran esfuerzo y te ves privado de tener una familia feliz y unida. Sigue leyendo la historia de José, sigue leyendo mis comentarios sobre ella, y te darás cuenta de que sí, de que como a José, Dios te Ama y te bendice, pero te han maldecido y hay que resistirlo mientras la bendición de Dios no caiga de pleno, mientras ellos no se arrepientan y necesitan de tiempo, de años a veces, porque cada vez que piensan en ti, con odio, con rabia, con rencor y celos en su corazón, esa maldición sigue, hasta que pasado el tiempo no te olvidan y/o se arrepienten, porque la vida les devuelve lo que han dado: su maldición, y recibiendo daño, sufren y piensan, y luego, con su dolor se olvidan de ti para pensar en ellos, en su propio sufrimiento, y pasando esto dejan de maldecirte, y la bendición de Dios CAE DE PLENO EN TI. Si tú los bendices de corazón, ayudas a la acción de Dios, y Dios, por tu oración permite su bendición, y una bendición es sanar su corazón, y Dios los sana, porque Dios no da nunca mal, las cosas de Dios son siempre buenas, otra cosa es que Dios permite la libertad de todos, y entonces las cosas van como van, según el destino, la historia universal, pero si tú bendices al enemigo, al que te ha reducido a nada, entonces, esta bendición adelanta el tiempo de alegría, porque es ya una alegría que tú, como José, no sientas rencor en tu corazón. Ánimo, y sigue leyendo la sagrada Escritura. Te espero la próxima semana. ¡Un abrazo, para ti, que estás sufriendo tanto! ¡Ánimo!, piensa que como a José, si eres puro, casto, bueno y fiel, te espera codearte con los reyes. ¡Anímate en tu esperanza!, y atiende a todo y a todos con CARIDAD.

P. Jesús

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