La Biblia Capítulo 28 6 Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán Aram para que se buscara allí una esposa. Vio, asimismo, que al bendecirlo le había dado esta orden: «No te cases con una mujer cananea», |
Meditación:
El otro casamiento de Esaú La experiencia de las malas nueras de Isaac y Rebeca, hicieron que esos buenos padres, viendo dónde estaba el problema de la decisión de Dios en los asuntos de Esaú, hombre impulsivo, le dieran a su hermano Jacob el consejo de buscarse una esposa que no fuera cananea. Y, sabiendo esto Esaú, se buscó otra esposa, además de las que tenía, para ser así como su hermano. Este pasaje nos hace ver que los esposos Isaac y Rebeca, no habían dicho nada a Esaú del dolor que les producía el mal carácter de sus esposas. Esos padres, callaron su amargura, y Esaú sólo se enteró del dolor de sus padres porque, teniendo la mala experiencia suya, le pidieron a su otro hijo que no hiciera lo mismo que él hizo. Hay que callar ante el dolor que los hijos políticos traen al hogar, hay que callar y aprender de la realidad, y ayudar a los otros hijos que están por casar. Normalmente, los que tienen un mismo estilo de vida, hacen lo mismo, y la historia se repite. Habladlo, esposos, entre vosotros, y haced vuestros planes para que no vuelva a pasar lo mismo una y otra vez. Proteged a vuestros hijos de un estilo de vida que puede amargaros y hacer desdichado a vuestro hijo-a que está por casar. Hay que aprender de la historia para cambiar la historia de otros. Meditad las cosas y sed buenos siempre, apartándoos de las ocasiones de pecar y de los pecadores que, sin duda alguna, os van a llevar a ello. Confiad en Dios y uníos a Dios y a los que aman a Dios con todo su corazón. P. Jesús © copyright |