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Consulta 10

G. , 56 años , de Chile. 7/21/2008

¿Como puedo perdonar el que hablaran mal de mi,el que me traicionara mi propio hermano,que me hecho de su casa,murio minutos despues,no me dejaron quedarme a sus funerales ni entierro,y volvi a Chile,mi pais,como una muerta en vida,yo estoy muy lejos de ser Santa,mi gran error fue ir a la invitacion que me hicieron mi hno.y mi ex-cuñada,ademas me defendi cada vez que me senti pasada a llevar,lo confieso,pero a 6 meses de la muerte de mi unico hno.mayor que yo 11 años.lo que hacia que nos quisieramos demasiado,yo era regalona y muy consentida por el,cuando eramos niños,¿como perdonarlo,como comprender la envidia y celos de una mujer como es mi ex-cuñada? ayudenme,hay dias que me parece haber perdonado y otros en que la rabia e impotencia,el que los daños queden impunes me superan,siento que Dios me ama y me tiene aqui y asi por algo,pero no soy santa,EL lo sabe y me da una vida maravillosa,yo veo todo bello,salvo este episodio que me parte el alma,corazon y de hecho mi vida,que tiene un «antes y un despues»con este dolor que no pasa,¿que debo hacer,ayudenme por el Amor de DIOS,gracias por esta posibilidad,por que ni psiquiatra,ni el tratamiento me dan consuelo ni paz,ustedes almas piadosas tengan compasion y enseñenme el camino,gracias por ustedes a DIOS,gracias de nuevo y eternamente,
Gloria.

Respuesta de: María Durán de Bellido. 7/21/2008

Bendita tú, alma de fe viva. Sí. Digo y repito: bendita tú, por tu fe, porque tu fe te salvará y te apartará de ésta tristeza y desesperación.

Meditemos.

Pero antes deja que te vuelva a llamar bendita de Dios.

Te mandaron llamar tu hermano y su mujer; te invitaron a su casa, y allí, para aclarar las cosas y poner orden y paz se habló demasiado; eso es lo que pasó; se habló demasiado. No tienes la culpa tú, ni la tiene él, sino la vida imperfecta que nos envuelve en su mal y sin saber como caemos en sus redes y en vez de portarnos bien, pues, no hacemos eso, sino que no nos portamos bien, como quisiéramos.

Tú quieres portarte bien y a veces no puedes. Es la misma lucha que tuvo el Apóstol y que nos escribió y lo tenemos en los Evangelios. ¿Qué nos pasa que en vez de seguir nuestros deseos no podemos?

Dios te perdona, por tantas y tantas veces como le has pedido perdón, incluso en confesión. Dios te perdona. Sí. ¡Estás perdonada! Lo que pasó, pasó no por tu culpa, y si tu hermano murió a los cinco minutos y tú tienes fe y se que la tienes, es porque ese era su día, su hora para morir. ¡Que desespero, para ti, alma bondadosa y dulce! Te comprendo, te Amo en el mismo Amor con que Dios te Ama.

Vino la muerte a tu hermano ese día desdichado en que queriéndoos reconciliar os pusiste hablar y hablar.

Acepta que hablaste mucho; pero eso no mata. No es un cuchillo. Y te trataron peor que a una asesina. Pobrecita mía. Ven a mis brazos y lloremos juntas. Ven, ven…

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo y bendita tu eres entres todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte amén.

Estás más tranquila verdad.

Prosigamos.

Sé que te duele, sé que te desgarra de dolor la muerte de tu amado hermano, que tanto te consentía y reía feliz con tus sonrisas. Volveréis a reír juntos en el Cielo Eterno: Seguro.

Ahora debes coger papel y lápiz y con todo el cariño de una hermana que ama al hermano ido, escribes a su esposa, la esposa de tu hermano difunto. Que no sea muy larga, más bien corta; puedes decirle así:

‘Lo siento mucho, yo no quería que se muriera; Dios es testigo de que no quería: Perdóname si crees que he sido causa de su muerte, pero Dios y yo sabemos que no es cierto, sabemos que yo lo amaba y que lo amo. Perdóname y te deseo paz, paz y consuelo. Reza por mí, como yo rezo por ti.’

Y no te olvides de rezar por ella; porque no se puede mentir.

Sé que estás contenta, sé que te has curado. Ves. Ya te lo decía yo: Tu fe te ayudará.

Recemos, querida amiga, para que la fe crezca en el mundo. Amén.

Te quiero mucho.

Queda en paz.

 

Sección: Familiares