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Consulta 16

S. , 29 años , de Honduras. 6/25/2009

Estoy desesperado. Tuve una novia a la que amé mucho y respeté siempre… Yo, antes, había practicado la homosexualidad, en mi juventud, porque tuve malas amistades y me porte muy mal, pero luego Dios me encontró y me recogió y prometí amarlo y ser un buen católico. Esa novia, luego no me gustó algunas cosas que hizo y se lo dije y ella, por haberla respetado siempre, me llamó homosexual, y que nuca podría estar con una mujer. Me atormenta esto, porque no quiero, pero, como por no ofender a Dios no practico el sexo, no sé si ella tendrá o no razón. Me torturan sus palabras y sufro mucho. ¿Hay solución para el homosexual?

Respuesta de: María Durán de Bellido. 6/25/2009

Alma de Dios.

¡Claro que hay solución para el que ha practicado la homosexualidad!, ¡al igual que la hay para el que ha fornicado! Es todo una gran mentira, eso de que quien ha probado el sexo con los del mismo sexo, no pueden cambiar. Son historias que han propagado los homosexuales para que sus ‘victimas’ no se les vayan. Y te diré que lo más fácil es olvidarse del placer que no es natural. Y ser homosexual no es lo natural, lo establecido por Dios en las leyes de la misma naturaleza. Que el sexo existe por y para la procreación de las especies, y los hombres, las personas, somos animales racionales, pero animales; por nuestro cuerpo; que sirve para vivir en la tierra y luego al partir; lo dejamos aquí, y nos vamos lo que somos también: Alma.

El miedo da muy malas pasadas. Tú, es normal y natural que tengas miedo, porque gozaste de tu cuerpo con otra-s persona-s de tu mismo sexo, y el placer parece un dios que no quiere salir de su reino. La práctica del homosexual, mirado fríamente y realistamente, jamás podrá dar el placer normal y natural con una persona de distinto sexo, a la que se ama, y se está casado con ella. ¡Donde hay Dios está el placer! ¡Donde no está Dios, no hay más que la caricatura del goce físico, que no es ni placer! Claro que las hormonas disfrutan y hay orgasmos y todo eso, pero también hay esto en la práctica del acto sexual en el bello amor conyugal. Un placer que termina en remordimiento: no es placer. Medita esto. Es filosofía pura. El placer si se acaba, no hay tal placer. El placer para ser placer real y verdadero debe durar, y sólo dura en el placer adquirido y dado en el cumplimiento del amor natural y real dentro de un matrimonio que se ama y por el placer sexual procrea hijos, o si ya está en embarazada, o está en la menopausia, o si no puede tener hijos de forma natural, se usa del bello amor sexual-carnal para el amor conyugal, de dos esposos, que se aman, y se lo muestran, y demuestran. Quizás lo que más recuerda una persona homosexual en sus prácticas ‘de pareja’, que recordemos que son ilícitas y pecado, quizás, digo, que lo que recuerda más, es la amistad que había en y con su pareja, porque la amistad es para dos personas del mismo sexo muy placentera, porque se entienden como amigos y disfrutan de cosas parecidas, a parte del sexo, ya que con una persona de distinto sexo, esa amistad, es más complicada, siempre hay roces, por falta de verdadera comprensión, porque un hombre es un hombre y una mujer una mujer, ¡claro! Sólo puede haber una fusión de amistad única y maravillosa cuando un hombre y una mujer se casan y están sellados bajo el sacramento matrimonial, es decir: cada uno y juntos, están unidos a Dios, viven con Dios, aman a Dios. ¡Eso ya es súper maravilloso! Pero es para los que verdaderamente están casados por la Iglesia verdadera, la Católica, Apostólica y Romana, y es sencillo de explicar; es porque Dios siendo maravilloso al estar en los dos hace maravillas.

Volviendo al tema de la amistad de amigos del mismo sexo al que se le mezcla la práctica del sexo. Un hombre puede decirle a otro hombre las barbaridades sexuales que piensa y desea y el otro se hace cómplice de ellas. Eso da una especie de euforia de ser comprendido y apoyado en ello, hay la dicha de esa, digamos ‘libertad’ de hacer lo que te viene en gana. Pero, no está la verdadera felicidad en hacer lo que nos viene en gana, sino en hacer la voluntad de Dios, así que os apuesto lo que queráis y afirmo y digo que no hay más placer sexual que dentro del matrimonio canónico, y apoyo mi apuesta poniendo a todo un Dios de Amor y Belleza y Pasión, en el extremo de la balanza. ¿Qué me aportan los homosexuales? Ellos no tienen a Dios en las practicas del sexo, están vacíos de Amor, entonces ¿Qué hay? Hay dos criaturas imperfectas que juegan con su cuerpo, se acarician y ni tan solo pueden ser los dos una sola carne, para engendrar un hijo; es pura fantasía y goce exterior. En cambio, en el matrimonio, está también incluido este tipo de placer carnal, junto al placer sexual de ser los dos una sola carne para engendrar un hijo, y se le añade el que de la práctica del sexo hay un propósito definido que une: Los hijos. ¡Nadie que no esté legalmente casado puede saber de las verdaderas delicias del amor sexual! Y ojo, que hay muchos matrimonios casados por la Iglesia Católica, que si no están abiertos a la vida, no es válido su matrimonio, por eso no disfrutan y acaban mal, muy mal. Sólo el que está con Dios vive una vida plena tanto sexualmente como espiritualmente, es decir: integralmente.

En cuanto a tu novia, mejor que ya no lo sea, porque es una mala mujer que por no tenerte y sabiendo que ibas a dejarla, para que no fueras con otra mujer, te quiere sentenciar a la homosexualidad, para no sentirse culpable de ser y de hacer cosas que no debería. ¡El odio es muy grande y planea y maquina destruir! Y quien odia puede destrozarte, a menos que no seas un chico listo y me escribas y entonces yo te aclaro las cosas y esa mujer queda totalmente derrotada con la verdad y veracidad de mis sabios argumentos verídicos. ¡La mentira se derrotada con la verdad! Aquí te he expuesto la verdad; ahora puedes derrotar a la mentira de esta necia mujer que por celos y odio no quiere que seas feliz con otra persona que no sea ella. Medítalo. Sal de ti, y date una vuelta y mírate tus circunstancias de lejos y globalmente, y verás que es tu ex novia, la que conociéndote te lía la mente con argumentos psiquiátricos; sabe que eres un pensador y que le darás vueltas a lo que te dice, y por eso te lo dice, pero la verdad te da la razón: La homosexualidad es algo pasajero, como el adulterio, la fornicación y la masturbación. Todo esto termina con vivir la moral cristiana y por la Gracia de Dios.

¡Ánimo! Y no hables con ella, es una astuta mujer dolida y que te ha clavado el veneno de su odio, porque no vas a ser suyo. Tú no eres homosexual, eres un hombre libre para hacer el bien y la voluntad de Dios.

Dios te ama.

Queda en paz.

 

Sección: Homosexualidad