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Consulta 70

G. , 21 años , de Panamá. 7/23/2008
Querida María, acudo a ti, porque quisiera pedirte un consejo.
Mis padres no estan casado por la iglesia, y a mi esa situación me preocupa, porque se que algún día han de morir. ¿Qué puedo hacer para ayudarles a qué consideren casarse por la iglesia?
Gracias

Respuesta de: María Durán de Bellido. 12/8/2008

Amada alma de Dios, casarse por la Iglesia no puede imponerse, porque para que el matrimonio sea legal ante Ella, la Iglesia, y ante Dios, se deben casar dos personas prometiendo el cumplir ciertas cosas, como el estar abiertos a la vida y recibir y educar todos los hijos que Dios les permita tener, sin usar ni de los métodos naturales de contracepción si no tienen causas graves para ello, también se promete, uno al otro, fidelidad, y ayuda mutua para la santidad; es decir, no para hacer más dinero los dos juntos, ni tener mejor prestigio social, ni consumir más… sino para la santidad, es decir, ayudarse a no hacer sacar uno del otro lo peor que tienen, sino ayudarse a ser mejores cada día, y si por ejemplo a uno le enfada irse a dormir tarde, el otro lo acompañe en sus deseos de ir pronto a dormir, si es que no puede hacerle comprender que para él o ella, es mejor ir más tarde, o puede que vaya antes y luego se levante, porque a veces uno naturaleza no necesita del sueño tanto como otra. ¿Ves lo que deseo hacerte ver? Tiene que haber paz, paz y amor en el matrimonio. No hay que discutir delante de los hijos, no hay que ser inoportuno en hablar de según que temas, y por y para todo esto se necesita de la ayuda de Dios, que se recibe esta ayuda viviendo en gracia de Dios, en observar al otro para ayudarlo-a a ser santo y no para fastidiarlo o imponer su voluntad. Es maravilloso el matrimonio, porque uno aprende a no ser egoísta y a pensar en el bien para Dios SIEMPRE, y así todos salen ganando y el hogar se transforma en Iglesia Doméstica; fuente de Gracias y alegrías a raudales.

Como ves, no se puede imponer el matrimonio canónico, sino que es un acuerdo libre y voluntario entre uno y otro, bajo la bendición de vivir en Gracia de Dios y para Dios.

Pero si que puedes ir enseñando al que no sabe, y podrías ir haciendo comentarios a tus padres de lo que es de maravilloso y dichoso el matrimonio canónico, y rezando siempre por ellos, dando buen ejemplo, Dios hace y hará lo demás. Tú lo verás, amiga mía.

No hay dicha más grande para las personas que tienen vocación al matrimonio, que casarse cumpliendo las promesas del verdadero matrimonio, en el que se recibe el sacramento. ¡Es una gran bendición del Cielo!

Queda en paz.


Sección: Matrimonio