Saltar al contenido

Consulta 12

M. , 45 años , de España. 9/23/2009

Gracias por la respuesta tan rápida.

El caso es que tienes toda la razón del mundo.

Hace dos domingos, cuando fui a misa, recé con toda la fuerza del mundo. Fue cuando las lecturas del día decían que uno tenía que negarse a sí mismo y cargar con su cruz.

Después, al ver que el esfuerzo no había servido de nada, me he sentido completamente vacía. Puede que por dentro esté decepcionada con Dios. Posiblemente las circunstancias me hayan sobrepasado.

Supongo que me tengo que dar un tiempo

¿Qué piensas?

Respuesta de: María Durán de Bellido. 9/23/2009

Alma bendita, pienso que tú quieres colaborar pero la otra parte está asustada, piensa que perderá su autonomía, tiene miedo a la vejez y sufre por cobardía. Podría ser feliz con vosotros pero el miedo la paraliza.

Sólo podemos esperar, rezar y esperar, porque todo lo que le ocurre a tu suegra es que tiene miedo y que le falta más santidad, pero, la santidad nos la da Dios y nosotros podemos ayudar con nuestro ejemplo y nuestras fuerzas y sobre toco con la comprensión y la paz.

Mi opinión es que no estáis sincronizados; vosotros sois buenos y queréis ayudarla y ella tiene miedo.

Rezar, rezar y seguir rezando.

Esperar y comprender.

La vejez y la enfermedad es algo duro de vivir y trae consigo miedo e inseguridad que traducido al día a día, da mal estar a los que se tratan.

Si comprendes su estado de ánimo, y aunque no es lógico es humano, comprenderás su forma de actuar. Pero Dios es Dios y si pides ayuda a la Virgen del Carmen, como ya haces, entonces, yo veo una rápida y pronta solución, como regalo de Dios a personas tan buenas como vosotros.

Dios os bendiga.

Quedad en paz.

 

Sección: Suegros