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Consulta 45

S. , 46 años , de Argentina. 12/03/2010

Hermana querida, qué difícil es volver a escribirte, habiendo tantas peticiones tan importantes… Perdón por molestarte, mi hermana está pasando un momento muy complicado; su esposo, chef, debe ser operado de la columna en breve, ella, híper obesa, la acaban de despedir con el aval de mi marido, abogado, y retornaron sus ataques de pánico, era la que llevaba el sustento a la casa. Tiene 39 años y un hijo, se llaman: M, F y M.
Mi marido la pone más nerviosa y no sé si confiar en él, temo se esté vengando de mí y de mi familia, pero ellos confían?
Es muy exitoso, su fuerte es la peleo, pero no el de mi hermana y la pone peor. Tampoco le da explicaciones, nunca las da, y a cada rato me contesta, a mi sola, que si no le gusta se busque otro. Rezo por él, y lo sabes… pero se hace tan difícil, me culpo de haber dejado que se lo pidiera. No le importa nada y es capaz de dejarla en banda. Su situación es crítica, le gusta pelear e ir a juicio, y eso le hace mucho mal a mi B, además de no cobrar por mucho tiempo.
Hoy fue conmigo a Misa y estábamos re contentas, luego vino todo esto, y dice que siempre que se acerca a Dios viene lo peor, recién casi la internan, mi cuñado desbordado y mi sobrino angustiado. ¿Cómo la ayudo? ¡Si pudiera darle mi fe! Lo he intentado y se lo he dicho, y me contesta que no soy yo, que ojalá le resultara… Mi mamá tuvo un ACV hace 2 meses y está distanciada con nosotras porque la peleamos. Amen que dice que mi hermana es un desastre. Mi hna es muy buena y con un gran corazón…
Y mi marido en el medio, fui una tonta al pensar que la ayudaría. Lo siento tanto, ¿cómo reparo ese daño? Mis hijos cada vez más parecidos a él y yo más distanciada de todos, entendí que algún día si dios quiere, querrán mis valores y los acepten yo sigo igual, pero titubeo por momentos. Pido mucha fe y perdón, alegría en mi corazón y en mi rostro, ¡Cómo me cuesta sonreír! Paradoja cristiana, ¿no? Ruego por sus oraciones porque siempre me sostienen y confortan. Gracias. Gracias a Dios y a la Virgen por escucharnos y por existir. Los quiero mucho y están en mi corazón y en mi rezo. Que se haga su voluntad y al acepte con gratitud y alegría.

Bendiciones abundantes.


Respuesta de: María Durán de Bellido. 12/04/2010

Alma bendita, tú y todo el que lo desee puede escribirme siempre que quiera. He hecho voto a Dios Nuestro Señor de intentar aliviar al que sufre, pidiéndole siempre a la Virgen María para que interceda a Dios para que éste me conceda el don de Su Misericordia. Si en algo puedo ayudar, como yo tantas veces he necesitado y necesito ayuda y por la Divina Providencia, me llega, así quiero que cada alma tenga unas palabras de aliento siempre, lleno de fe, esperanza y caridad. Estoy aquí para serviros amig@s todos; herman@s en Cristo, por Dios y la Madre de Dios: María.

Cuando uno se acerca a Dios, es el diablo que no quiere y por eso actúa como lo hace siempre: poniéndonos tentaciones y ser su maldad, piedra de tropiezo. ¿Es que el demonio tiene poder? Sí, pero jamás más que Dios. Dios tiene más poder, y es Amor, y quiere ser amado y hay que amarlo por la fe. ¿Difícil?, para los débiles en la fe, para los que pasan por pruebas muy duras, y que tienen miedo, sí, puede resultarles difícil o no, puede que gracias a las fechorías del demonio se unan a Dios; vayan a Dios.

Dios necesita de tiempo. No temamos al tiempo, no nos sintamos derrotados por el tiempo, porque en un momento un alma puede cambiar. Confiemos en la Santísima Trinidad Un solo Dios.

Amiga mía, bendita tú por tu fe. Tu vida es dura, pero puedes con ello, porque tu corazón valiente está lleno del fuego del amor con que amas a Dios y a la Virgen María. ¿Ves como vas avanzando en la fe que vas proporcionando a otros? Sí, avanzas, aunque quisieras ir más rápido, pero te digo que avanzas. ¡No retrocedas tú en tu fe! Mantente firme en ella y piensa que todo es providencial incluso este fallo de tu esposo; te aseguro, que aunque no lo entiendas: es providencial. Algo bueno sacará Dios de ello. Quiero hacerte la observación de que los abogados normalmente suelen ser así, como es tu marido, sobre todo si es exitoso, porque no se ganan los pleitos sin gran esfuerzo. Fíate de él y dejadle hacer su trabajo. Es normal que a tu hermana, su clienta, le resulte difícil verlo como abogado. Hay que ser muy fuerte y duro y listo para aplicar la ley. Confiad en él. Él querrá hacerlo lo mejor posible, pero como no entendéis como él, pues… es normal que penséis lo que pensáis, pero no le des más vueltas y te diré que todos los asuntos de juzgados son como de “otro planeta”, allí se barajan otras normas a las que en la vida de relación social se suelen usar. Confía en tu esposo como buen abogado que es. Y que tu hermana no se asuste, ya te digo que la justicia es distinta a la “vida real”.

Ruego a Dios por todos los componentes de tu familia; sobre todo por ti, que eres la mano de Dios que los lleva y los llevará a la fe. No te enfades con nadie, y que vuelva la paz con tu madre; haz algo para ello: pídele alguna ayuda en algo, una información que ella tenga… y sobre todo acepta a cada uno como es; en el sentido de no lamentarte y sufrir en vano; que es sufrir en vano querer que sean como quieres y Dios quiere también. Tú da lo mejor de ti y Dios hará. Es maravilloso que tu hermana fuera a la Iglesia contigo. Comprendo que la vida está llena de dolor y habla con ella de esto, de que hay dolor tanto en los que tienen fe y van a Misa como a los que no tienen fe. Profundiza con ella y hablad de ejemplos de gente que conozcáis que tanto si tienen a Dios como si no: sufren. La diferencia está en que los que tenemos fe a pesar de sufrir tenemos la seguridad de que Dios nos ama, los que no tienen fe se piensan que todo lo que les pasa es un castigo, y viven atormentados; y no es así: Dios no castiga; ya castigo a nuestros primeros padres arrojándolos a la tierra junto con Satanás, este es el castigo: vivir con tendencia al mal, al pecado; el que no podemos fiarnos unos de otros porque como somos pecadores e imperfectos nos dañamos unos a otros cada dos por tres. Pero teniendo fe ¿qué cambia? El Amor que recibimos de Dios por los sacramentos, por la oración. Y cambia nuestra manera de ver y vivir la vida, aceptamos el sufrimiento, nos cuidamos más y mejor, por la fe y la moral cristiana, por la Comunión que es Dios en persona que viene y nos abraza, por la esperanza de que tenemos un destino después de la muerte que nos dará toda la felicidad que en este mundo, ni uno puede tener, porque el Reino de Dios no es de este mundo, sino que es del Cielo Eterno. Dile a tu hermana que las cosas de la vida, por fe, también pueden cambiar, porque hay milagros, milagros que son dados por la fe, que lea, léele como Jesús curaba y decía: “¿Qué quieres?… Tu fe te ha salvado… te ha sanado”. Háblale sin miedo de la verdad de la vida, y de que Dios Ama, y que aunque no hiciera milagros, que los hace, si nos unimos a Dios nos llena con su Amor, que nos da paz. Y que nos ayuda a hacer el bien y apartarnos del mal, y en hacer el bien ya hay la felicidad en la persona. Pregúntale si cuando se porta bien, si cuando hace el bien no se siente mejor. Dile que haga la prueba e invítala ha hacer la propuesta espiritual del P. Jesús que llama: “Vacaciones de Amor”. Aquí te paso el link;
http://www.catholicosonline.com/vacaciones_de_amor_a_Dios/index.html podéis hacerlas las dos. ¡Son una maravilla estos 15 días de vacaciones con Dios!

Dale tiempo a Dios y verás como tu familia, por ti, se acerca a la Iglesia y acoge la fe verdadera: la Católica, Apostólica y Romana. Tú, resiste. No dejes que las circunstancias te abatan y la fe se te duerma, ¡despiértala!, con tu voluntad. Eres una Gran mujer de fe. Eres la mano de Dios para tu familia y tus amigos. Dios confía en ti.

Gracias por escribirme.

Queda en paz.

 

Sección: Familiares