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Dos orejas

Dos orejas

Cuán sabio fue Dios al darnos dos orejas en vez de una, gracias a ello podemos disfrutar del sentido del oído, escuchar al que necesita ser consolado, escuchar para poder discernir bajo la luz del buen criterio dirigido por la conciencia bien formada, y lo mejor, es que cuando alguien te dice algo que no te interesa escuchar por el bien de tu alma; al tener dos orejas, lo que oigas te puede entrar por una oreja y salir por la otra sin hacer caso. No pierdas el tiempo con las malas palabras, los malos consejos, porque te harán perder el alma.

¿Seleccionas la música que escuchas?

¿Escuchas canciones que tienen una letra que te ayuda a ser mejor y acercarte a Dios?

Todo aquello que escuches y permitas que entre dentro de ti, afectará en tu forma de ser. Y para ser bueno de verdad y ser una persona de calidad, necesitas discernir y decidir qué escuchar y qué no; porque lo que escuchas entra en tu corazón, y según lo que entre en tu corazón TÚ serás de una forma u otra y… ¿TÚ cómo quieres ser?

¿Quieres ir al Cielo?

¿Quieres ser feliz ya aquí en la tierra?

¿Quieres ser sant@?

Para conseguirlo vigila qué escuchas y qué dices, porque lo que digas otros lo escucharán.

Con la ayuda de Dios puedes conseguirlo. Pídele ayuda a Dios y vive la confesión frecuente.

Yo confío en ti.

Montserrat Bellido Durán

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