Saltar al contenido

II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe» – 152

 PRIMERA PARTE LA PROFESIÓN DE LA FE
– PRIMERA SECCIÓN «CREO»-«CREEMOS»
– 
CAPITULO TERCERO, LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS 

II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe»(2 Tm 1,12)

Creer en el Espíritu Santo

152 No se puede creer en Jesucristo sin tener parte en su Espíritu. Es el Espíritu Santo quien revela a los hombres quién es Jesús. Porque «nadie puede decir: «Jesús es Señor» sino bajo la acción del Espíritu Santo» (1 Co 12,3). «El Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios […] Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Co 2,10-11). Sólo Dios conoce a Dios enteramente. Nosotros creemos en el Espíritu Santo porque es Dios.

La Iglesia no cesa de confesar su fe en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Meditación:

II. «Yo sé en quién tengo puesta mi fe»(2 Tm 1,12)

Creer en el Espíritu Santo

Si hubieras ido a confesarte bien, habrías sentido en ti la consolación de Dios Espíritu Santo, y ahora no dudarías de Él, de su existencia y amor fiel y consolador.

Tu fe es débil, porque no cumples con la doctrina católica, porque no usas de los sacramentos, y entonces empiezas a pensar que Dios no existe, o que está demasiado lejos de ti, de todos; ¡y tan cerca que lo tienes!, porque cuando vas a confesarte con arrepentimiento de haber pecado, siempre, Dios Espíritu Santo se entrega a ti, incondicionalmente, por la absolución de tus pecados, y viene la consolación; lo que ocurre, es que algunos van a confesar con intención de volver a pecar. Sí, que todos pecan, pero de esto, a tener la seguridad de que volverás a confesarte de lo mismo, es una renuncia a Dios Uno y Trino, porque Dios Hijo murió por tus pecados, y Dios Padre le pidió eso, que muriera por tus pecados; y Dios Espíritu Santo, cuando renuncias a tus pecados, con la confesión, entonces, llega a ti Dios Espíritu Santo, por la absolución.

Reconocerías a Dios Uno y Trino, si hicieras una buena confesión.

P. Jesús

© copyright