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Flor Divina

 

Flor Divina

Pura y cristalina,

bella e inocente,

nacida entre los cardos;

como seda son tus pétalos,

de marfil son tus tallos.

 

Tu perfume el más preciado

desprende el aroma del Amor.

Tu resplandor inigualable

brilla por tu bondad y pureza.

 

El rocío luce como joyas en Ti

que reflejan la belleza de tu corazón.

El Sol te ilumina sin fin,

sus rayos te dan un aura perpetua

de hermosos colores como el ocaso.

 

Tu blanca corola delicada y perenne

sin mancha alguna permanece.

 

Bajo tus delicados pétalos

miles de almas buscan refugio;

con tus destellos dorados les llenas de paz y alegría.

 

Tu belleza es inmarcescente

como tu amor al Amor, nuestro Dios.

 

Desde que abriste tu dulce capullo

enamoraste al Señor que vio tu bello corazón.

 

María, no eres rosa ni jazmín,

pero eres el súmmum del Jardín.

 

Eres la Virgen María

madre de Dios y madre mía.

Eres luz eterna

la madre que nos guía.

Eres el alma más bella

la madre que nos cuida.

 

¡Eres la Flor divina!;

la reina de  mi vida.

 

Alba Bellido Durán
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