Saltar al contenido

SALUDAR CORRECTAMENTE PUEDE AYUDAR A LA GENTE

SALUDAR CORRECTAMENTE PUEDE AYUDAR A LA GENTE

Con tanta mundialización (“globalización”, dixit) los católicos nos estamos mundanizando, circunstancia que aprovecha “el señor de los cuernos y el tridente” para engañar a la gente, y para borrar el nombre de Dios de nuestras vidas, de nuestra vida diaria.

Una muestra fehaciente de nuestra falta de fe, es el tan manido “hasta luego”, usado en sustitución del tradicional “adiós”.

Además de hacer traición a la tradición, estamos adulterando la insuperable lengua española y menospreciando a los centenares de millones de hispanohablantes. Incurrimos, dicho en argot hortícola, en una “horterada”. Decir “hasta luego”, cuando pensamos encontrarnos en breve, es lo correcto, pero no, si nos despedimos a medio plazo.

Personalmente, hago oídos sordos, y respondo con el clásico y cristiano “adiós”.

Cambiando la “frecuencia”, decir un “hasta luego”, fuera de juego, tiene poca gracia y es una pérdida de Gracia y de la oportunidad de vivir un pequeño acto de (fe + caridad + misericordia).

La idea del anterior comentario, surgió de la lectura y meditación del número 241 de “CONSEJOS DEL PADRE JESÚS”, que no tiene desperdicio. Transcribo:

“Saluda a quien veas que te mira, porque existe, y busca una reafirmación de su existencia. Dile “adiós” e irá con Dios, por tu oración instantánea salida de tu caridad, por la fe en tus obras de misericordia. “Adiós” es un saludo que puede salvar a muchas almas. Empieza a ayudar a Dios a salvarlas, saludando a quien te ve, por mirarte. Por eso, no se puede negar jamás un saludo, porque es negar una oración de misericordia. Haz actos de misericordia; envía las personas a Dios, saluda.”

¡Sin comentarios! Bueno, sólo uno: El mejor evangelizador es fray ejemplo.

QUÉ TE PARECE si saludas con un “adiós”.