Consultorio Familiar y Personal - 28. página

Respuesta de: María Durán de Bellido. 6/20/2008

Ay, bendita alma de Dios; pobrecita mía, deja que te consuele. Ven, vamos a mi salita y sentémonos juntas y hablemos.

Tu sabes bien que los proyectos humanos de trabajo, algunas veces fallan, tú lo sabes, y sabes también que a veces se busca un culpable y tener un motivo por el que desahogarse. El dinero es muy importante en una empresa; es tan importante como el corazón para una persona. Debes aceptar que te hacen culpable de ese fracaso comercial, pero tú sabes que hiciste lo mejor que sabias; y sabiendo esto, aunque fueras culpable, no tienes culpa, porque en el trabajo como el todo, Dios tiene la primera y la última palabra.

Acepta que te se calumnie y acepta que no hiciste más que lo que sabias y podías; y no te pueden acusar de nada ya que tus intenciones fueron siempre honestas.

A veces las cosas no salen porque no es este el deseo de Dios. Medítalo en tu corazón y hallarás la paz.

Aquí se te quiere, bonita. Y ánimo, que la vida prosigue y Dios te dará otras oportunidades y debes aceptarlas e ir a buscarlas. Ponte en manos de Dios y acepta tanto los éxitos como los fracasos; porque es así la vida. Unos fracasan para que otros tengan éxitos. Y quien no esté preparado por y para este mundo comercial, no se dedique a los negocios, ni tenga cargos de responsabilidad. Si éstas personas no lo aceptan, deberían dedicarse a otra cosa, mientras tú debes seguir y comprender a Dios y aceptar su Providencia, que a veces es ganar y otras perder. Quizás tus jefes no se merecían el éxito y por eso Dios no se lo ha concedido, y quizás tú y ellos tuvierais algo que ver: seguro. Así es la vida. Acéptalo y corre el riesgo.

Dios te ama.

Queda en paz.

Sección: Sociedad

Bondadosa alma. Tú lugar es donde estás. ¿No ves que Dios te está enseñando a sufrir? ¿Para qué marcharte? ¿No quieres sufrir? Pues si no sufres, te perderás el cincel que hace de ti una persona santa.

Quédate y aguanta: Vencerás. Porque serás cada día mejor, más humilde y las personas te aceptaran como eres. Tú “ganarás”.

Queda en paz.

Sección: Sociedad

Respuesta de: María Durán de Bellido. 7/19/2008

Alma bondadosa y bendita en el Amor de Dios.

Dios te ha dado grandes dones y con ellos caminas el amino de santidad y es normal que las personas te respeten, porque más que envidia es respeto, porque saben que haces las cosas bien y por Dios, todo lo haces por Dios y por agradar a la Virgen María.

No sufras por tus compañeros de trabajo, por ellos, porque esa envidia es respeto y más que dañarte es que desean comprobar si realmente Dios te sacará de la que han preparado.

Dios te ama y tú, bondadosa alma, amas a Dios y amas a los demás. Demuéstrales tu amor rezando por todos ellos-as y mostrándote con infinita paciencia ante sus acechanzas porque cada vez que Dios hace una victoria contigo, ellos-as te admiran más, y un día, en el día de la necesidad, te imitarán y confiarán en Dios y en tu bondad, porque por eso Dios lo ha permitido todo, para que seas apóstol.

Rezo por ti y tus tíos. Rezo por todo lo que tú rezas y mis peticiones son tus peticiones. Amén.

Queda en paz.

Sección: Sociedad

Respuesta de: María Durán de Bellido. 10/5/2008

Alma genial, ven vamos a tomar el te las dos. ¿Lo quieres con leche o con limón?

Tú no puedes pretender vivir una vida celestial en esta tierra, ¿O es que te crees que la felicidad solo es para ti? La felicidad no es para ti en la tierra, sino que es para todos en el Cielo. Sí, incluso para estos que te han calumniado. ¿Imagínate la tristeza de tu alma si llegara a ser cierto lo que de ti han dicho? ¡Menos mal que todo era mentira! Porque sólo se puede ser feliz teniendo la conciencia limpia.

Se han equivocado contigo, ¡qué bien! Ahora viene la parte que no te gusta, sí, esa que no estás acostumbrada, porque al ser feliz con tu esposo y el estar unidos no has tenido que practicar el don del perdón. Hay muchas mujeres que tienen que perdonar muchas cosas a sus esposos y los siguen amando, y tú que tienes un matrimonio feliz, unos hijos que te aman, te estás ‘comiendo el coco’ por no tenerlo todo. No, no. Así no funciona en esta vida. En esta vida hay que saber perdonar a los demás. Y dale gracias a Dios y a la Virgencita, porque no es a nadie de tu familia con quien debes practicar el don del perdón, sino con personas que, pobrecitas, no saben lo que hacen.

Anda, amiga; antes de terminarnos el té con pastas de almendras; hagamos un pacto. Tú perdonas a los que te han dañado como Jesús perdonó y nos perdona a todos. ¿De acuerdo? Bien. Entonces; brindemos con el té: ¡Viva Cristo Rey!

Queda en paz.

Sección: Sociedad

Respuesta de: María Durán de Bellido. 12/12/2008

Alma santa. Sí, santa; santa, por tus santos deseos de ayudar a los demás.

Primero: Vístete correctamente, decentemente y con prestigio, para acudir a dar enseñanza. Puedes repetir la ropa, eso no importa; es más, es preferible que la repitas para que vean la austeridad de una maestra que está allí, con ellos, para enseñar y no para presumir o alardear. Tu presencia, les infundirá respeto, si respetas tu cuerpo. Y siendo mujer, usa vestidos apropiados a tu feminidad. No pienses que no tiene nada que ver. Que sí lo tiene, porque los chicos, los futuros hombres al ver a una mujer inconscientemente la valoran y tienen tendencia a servirla. Usa de lo natural, de esta tendencia varonil a servir a la mujer que admiran: Hazte admirar por ellos, con tu santa presencia. Se alegre, la alegría de saber que eres una persona, con una gran Misión: Enseñar al que no sabe. Por lo tanto: TEN PACIENCIA.

Arréglate, recógete el cabello, para que te vean la cara y vean que no escondes nada. Usa unos lindos pendientes, si quieres y te maquillas, si lo deseas y eso sí: te perfumas, para que tu bondad tenga tu sello especial: ese olor que recordaran todos, incluso en su ancianidad.

Se puntual a clase. Y muchas cosas, haz ver que no las ves, y mientras las ves, rezas a Dios por ellas. Y ten paciencia.

Sé como un ángel de bondad, y mira siempre por y para agradar a Dios y no a los alumnos. Ellos notarán que es por algo superior que les das enseñanza, paz y aplomo.

Se justa y más que justa: Tenles compasión. Muchos no son amados en sus casas. Reza por cada uno de ellos y repito: Sé su Ángel de la guarda.

Y la clave de oro, para los que son profesores o educadores: NO TE QUEJES DE NADA NI DE NADIE.

Acuérdate de que todo es Providencial. Que lo es.

Así me gusta: que sonrías al leerme. Yo también estoy muy contenta de que me hayas escrito y pido a Dios que te bendiga continuamente.

Dios espera, que obres y con tu obrar enseñes a otros profesores a ser mejores pedagogos.

Un abrazo.

Queda en paz.

Sección: Sociedad