| R. , 58 años , de CHILE. 3/3/2009 HERMANITA: ES LAMENTABLE LA CALAMIDAD QUE VAN DEJANDO LOS HOMBRES POR LA VIDA. POR ESO DIOS ESTÁ EXALTANDO A LA MUJER Y LA ESTÁ CONSIDERANDO PARA MUCHAS COSAS IMPORTANTES, COMO EL TRABAJO, PORQUE SI ELLOS QUE TIENEN PANTALONES, NO SABEN PROTEGER SU HOGAR Y MÁS ENCIMA SE DAN EL LUJO DE IRSE CON OTRA, A LA CUAL TAMBIEN SEGURAMENTE DEJARÁN EN ALGÚN MOMENTO, ESTO ES HORROROSO, POR ESO HAY TANTA DROGA, ALCOHOLISMO, FEMICIDIOS, ETC., BENDICIONES A UD MI HERMANA Y A TODAS LAS MUJERES ATRIBULADAS DE HOY, PORQUE A NOSOTRAS LAS MÁS VIEJAS TAMBIEN NOS DEJAN SOLAS, LES MOLESTAMOS Y LES GUSTAN POR SUPUESTO LAS MUJERES MÁS JÓVENES, PARECE QUE ELLOS NO SE HAN MIRADO AL ESPEJO PARA VER QUE TAMBIEN ENVEJECEN JUNTO CON NOSOTRAS. R. |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 3/6/2009 Alma sabia y prudente; así hay que actuar en la vida: con prudencia. Tanto hombres como mujeres hay de buenas, muy buenas personas, y hay también de no tan buenas y de malas. Las buenas personas, esas que van para santas, no se unen conscientemente en matrimonio a personas que no son como ellas y buscan la santidad dentro del matrimonio. Están luego las no tan buenas que se dejan arrastrar por las malas, y cae el fruto y muere; y hay las malas, que quieren arrastrar a las buenas, y a las no tan buenas al mal. Tanto el hombre como la mujer que ama o desea o quiere a otro, se lo dice, pero el otro puede negarse si ve que esta persona no está realmente con Dios, no vive con Dios, amándole sobre todas las cosas y llevando una vida moral intachable. Nadie obliga a nadie a casarse, y la Iglesia pide que cuando se va a contraer matrimonio, se sepa lo que se hace y se conozca a la otra persona y se case uno libremente, consecuentemente. ¿Por qué no fiarnos de la Iglesia? Dios está en ella, con ella, Dios vivió, vive y murió por ella, la ama de verdad y no como estos amores que tan bien has detallado, alma sabia y prudente. Antes de poner el corazón en una persona, hay que poner el alma en Dios, y Dios en nuestra alma nos elegirá la persona adecuada. Queda en paz.
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