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109 Biblia y meditación

La Biblia
El encuentro de Jacob con José
Génesis 46, 28-34

28 Israel hizo que Judá se le adelantara y fuera a ver a José, para anunciarle su llegada a Gosen. Cuando llegaron a la región de Gosen,
29 José hizo enganchar su carruaje y subió hasta allí para encontrarse con su padre Israel. Apenas este apareció ante él, José lo estrechó entre sus brazos, y lloró un largo rato, abrazado a su padre.
30 Entonces Israel dijo a José: «Ahora sí que puedo morir, porque he vuelto a ver tu rostro y que vives todavía».
31 Después José dijo a sus hermanos y a la familia de su padre: «Yo iré a informar al Faraón y le diré: «Mis hermanos y la familia de mi padre, que antes estaban en Canaán, han venido a reunirse conmigo.
32 Ellos son pastores, y ya hace mucho tiempo que se dedican a cuidar el ganado. Ahora han traído sus ovejas, sus vacas y todo lo que poseen».
33 Por eso, cuando el Faraón los llame y les pregunte de qué se ocupan,
34 ustedes responderán: «Tus servidores, desde su juventud hasta ahora, se han dedicado a cuidar el ganado, lo mismo que sus antepasados». Así ustedes podrán establecerse en la región de Gosen, porque los egipcios sienten abominación por todos los pastores».

Meditación:

El encuentro de Jacob con José

Lágrimas de amor, en el encuentro entre José y su padre Jacob, Israel.

Dios cambia el nombre de sus elegidos, les da un nombre nuevo para llevar a cabo su misión.

Jacob tenía por misión reunir nuevamente, una vez más, como tantas leemos en la Sagrada Biblia, a su Pueblo, el pueblo con el que mantenía su Alianza; ellos cumplirían los mandamientos, teniéndolo a Él, como al único Dios, y Dios los protegería y les daría una tierra buena donde vivir en paz.

Los egipcios, dice la Biblia en el pasaje que estamos meditando, que tenían abominación por todos los pastores; ¿no ocurre hoy lo mismo, que el mundanismo repele a los sacerdotes, a los pastores que cuidan del rebaño de Dios? Sí, ocurre así, pero también ocurre que, por afecto a algún José, fiel con su trabajo social al faraón, que por él, el Faraón acepta y hace aceptar a los familiares de José, pastores.

Dios hace lo que quiere en la historia de los suyos, espera años, acepta los tiempos de infortunio de los suyos y los llena de paciencia, y su misericordia les da; después de ser probados, de haber sido tentados y expuestos a la crítica, a la burla, llega su tiempo, el tiempo de Dios de aclarar las cosas, de seguir con su Plan, ¡la salvación de su Pueblo!

Es bella toda la historia Bíblica; cuando se conoce a Dios, todo se comprende, porque lo que pretende siempre Dios, es que su Pueblo no muera, que viva, y que viva para siempre.

¡Estamos en ello!, ¿verdad católicos?

P. Jesús

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