Saltar al contenido

62 Biblia y meditación

La Biblia
La huída de Jacob
Génesis 31, 1-21

Capítulo 31

1 Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha apoderado de todos los bienes de nuestro padre, y a expensas de él ha conseguido toda esta riqueza».
2 Y también advirtió que la actitud de Labán para con él ya no era la misma de antes.
3 Entonces el Señor le dijo: «Vuelve a la tierra de tus padres y de tu familia, y yo estaré contigo».
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía para que fueran a encontrarse con él en el campo donde estaba el rebaño,
5 y le dijo: «He advertido que el padre de ustedes ya no se comporta conmigo como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo.
6 Ustedes saben muy bien que yo puse todo mi empeño en servir a mi suegro.
7 Sin embargo, él se ha burlado de mí y ha cambiado diez veces mi salario. Pero Dios no le ha permitido que me hiciera ningún mal.
8 Si él establecía: «Los animales manchados serán tu salario», todo el rebaño tenía crías manchadas; y si él decía: «Los animales rayados serán tu paga», todo el rebaño tenía crías rayadas.
9 Así Dios lo despojó de su ganado y me lo dio a mí.
10 Una vez, durante el período en que el rebaño entra en celo, yo tuve un sueño. De pronto vi que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados.
11 Y en el sueño, el Angel de Dios me llamó: «¡Jacob!». «Aquí estoy», le respondí.
12 Entonces él me dijo: Fíjate bien: todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados, porque yo me he dado cuenta de todo lo que te hizo Labán.
13 Yo soy el Dios que se te apareció en Betel, allí donde tú ungiste una piedra conmemorativa y me hiciste un voto. Ahora levántate, sal de este país, y regresa a tu tierra natal».
14 Raquel y Lía le respondieron diciendo: «¿Tenemos todavía una parte y una herencia en la casa de nuestro padre?
15 ¿Acaso no nos ha tratado como a extrañas? No sólo nos ha vendido, sino que además se ha gastado el dinero que recibió de nosotras.
16 Sí, toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Procede como Dios te lo ha ordenado».
17 Inmediatamente Jacob hizo montar en los camellos a sus hijos y a sus mujeres,
18 y se llevó todo su ganado y todos sus bienes –el ganado de su propiedad, que había adquirido en Padán Aram– para ir a la tierra de Canaán, donde se encontraba Isaac, su padre.
19 Como Labán estaba ausente, esquilando sus ovejas, Raquel se adueñó de los ídolos familiares que pertenecían a su padre.
20 Y Jacob engañó a Labán, el arameo, porque huyó sin decirle una palabra.
21 Así escapó Jacob con todo lo que tenía, y apenas estuvo al otro lado del Eufrates, se dirigió hacia la montaña de Galaad.

Meditación:

La huída de Jacob

La envidia de Labán y sus hijos, llegó a tal extremo que Jacob, avisado en sueños, regresó a su padre Isaac después de muchos años de servir a su suegro, siendo éste desconfiado y manipulador.

A muchos, en su vida de trabajo, no están siendo justos con ellos. ¡Tened paciencia como Jacob!, y llegará también para vosotros el día de la libertad, pero haced siempre el bien, porque es Dios quien manda y decide, llegada la hora, pero tienes que estar libre de injusticia, porque si tu jefe no es justo contigo, y tú no eres justo con él, ¿quién de los dos es el bueno? Ninguno. Y a ninguno ayudará Dios. Para recibir de Dios bendiciones, a pesar de la maldad de otros, haz como Jacob, que todo lo hacía de la mejor manera.

P. Jesús

© copyright