Saltar al contenido

69 Biblia y meditación

La Biblia
La separación de Jacob y Esaú
Génesis 33, 12-17

Capítulo 33

12 Después Esaú continuó diciendo: «Vámonos de aquí, y yo te serviré de escolta».
13 Pero Jacob respondió: «Mi señor sabe que los niños son delicados. Además, las ovejas y las vacas han tenido cría, y yo debo velar por ellas. Bastará con exigirles un solo día de marcha forzada, para que muera todo el rebaño.
14 Tú sigue adelante, mientras yo avanzo lentamente, al paso de la caravana que me va precediendo, y al paso de los niños. Luego te alcanzaré en Seír».
15 Esaú dijo entonces: «Permíteme al menos que ponga a tu disposición una parte de los hombres que me acompañan». «¿Para qué?», respondió Jacob. «Basta que seas benévolo conmigo».
16 Aquel mismo día, Esaú emprendió el camino de regreso a Seír,
17 mientras que Jacob siguió avanzando hasta Sucot. Allí edificó una casa para él, y chozas para el ganado. Fue por eso que se dio a ese lugar el nombre de Sucot, que significa «Chozas».

Meditación:

La separación de Jacob y Esaú

Las cosas, entre hermanos, se hablan claras, son claras, porque se comprenden las experiencias de uno y otro, al ser semejantes por ser hijos del mismo padre, al que imitan.

Ocurre lo mismo con Jesús, Dios Hijo, que habla claro con lo que es, Palabra, y su palabra la entendemos, la comprendemos, porque se hizo hombre, y el hombre es semejante a Dios: puede “si quiere”, obedecer.

Esaú obedece a su hermano Jacob, y lo deja ir a su paso, y Jacob tiene en cuenta que él protege a sus hijos pequeños, a sus rebaños: los regalos que Dios le da y le dio. Dios hace lo mismo, nos protege como a crías asustadas, en un mundo difícil sin su ayuda, sin la ayuda de Dios.

Jesús, imita al Padre, porque le obedece y cuida de su creación, y da nombre a su entrega: Eucaristía.

P. Jesús

© copyright