La Biblia Capítulo 33 12 Después Esaú continuó diciendo: «Vámonos de aquí, y yo te serviré de escolta». |
Meditación:
La separación de Jacob y Esaú Las cosas, entre hermanos, se hablan claras, son claras, porque se comprenden las experiencias de uno y otro, al ser semejantes por ser hijos del mismo padre, al que imitan. Ocurre lo mismo con Jesús, Dios Hijo, que habla claro con lo que es, Palabra, y su palabra la entendemos, la comprendemos, porque se hizo hombre, y el hombre es semejante a Dios: puede “si quiere”, obedecer. Esaú obedece a su hermano Jacob, y lo deja ir a su paso, y Jacob tiene en cuenta que él protege a sus hijos pequeños, a sus rebaños: los regalos que Dios le da y le dio. Dios hace lo mismo, nos protege como a crías asustadas, en un mundo difícil sin su ayuda, sin la ayuda de Dios. Jesús, imita al Padre, porque le obedece y cuida de su creación, y da nombre a su entrega: Eucaristía. P. Jesús © copyright |