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Éxodo - 4. página

LA BIBLIA MEDITADA por el P. Jesús

15 Biblia y meditación.

Las instrucciones del Faraón a sus capataces

Éxodo 5, 6-14

6 Ese mismo día, el Faraón dio a los capataces y a los inspectores del pueblo las siguientes instrucciones:
7 «No sigan entregando a esa gente la paja para hacer los ladrillos, como lo hicieron hasta ahora. Que vayan a juntarla ellos mismos.
8 Pero exíjanles la misma cantidad de ladrillos que fabricaban antes, sin descontarles ni uno solo, porque son unos holgazanes. Por eso gritan: «¡Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios!»
9 Háganlos trabajar más duramente y que estén siempre ocupados; así no prestarán atención a esas patrañas».
10 En seguida salieron los capataces del pueblo, junto con los inspectores, y dijeron a la multitud: «Así habla el Faraón: «De ahora en adelante no les daré más paja.
11 Vayan ustedes mismos y tráiganla de donde puedan. Pero el rendimiento no deberá disminuir en lo más mínimo».
12 Entonces el pueblo se dispersó por todo el territorio de Egipto para recoger los rastrojos, y abastecerse así de paja.
13 Los capataces, por su parte, los apremiaban diciendo: «Terminen el trabajo que se les fijó para cada día, como lo hacían cuando les daban la paja».
14 Y los capataces del Faraón golpearon a los inspectores israelitas que ellos habían designado, diciendo: «¿Por qué ayer y hoy no completaron la cantidad establecida de ladrillos, como lo venían haciendo hasta ahora?».

Meditación:

Las instrucciones del Faraón a sus capataces

La historia es historia; hoy en día, también, para algunos, es tiempo de grandes construcciones; quieren aparentar todo el poder que puedan, a costa de que los trabajadores, con unos sueldos que muchas veces no les puede permitir sustentar a una familia, hagan el trabajo duro y difícil de la construcción; hay muchos “babeles”, magnates de la industria y el comercio, que quieren sus torres más y más altas, para demostración de su poder, del poder de la mente humana sobre las leyes de la gravedad. No les importa que los trabajadores tengan que abandonar a sus familias para este puesto de trabajo de construcción, no les importa otra cosa que hacer sus edificios altos y llenos de ostentación. ¡Ay de los ricos! Hay mucha imaginación al servicio de la ostentación, y poca imaginación al servicio de las leyes de la creación, de las leyes naturales estructuradas en la familia.

Dios permite el endurecimiento del corazón del faraón, y ostentando el poder, el faraón, hombre como todos, exige aún más a los israelitas, les exige y les castiga; ¿no hacen esto algunos malos empresarios con sus empleados? Los que tienen el poder de dar trabajo, trabajo que es alimento y sustento para la persona y su familia, si supieran cuán grande es este poder, se harían humildes y bendecirían a todos sus trabajadores, porque el poder no reside en la construcción de edificios, el poder reside en poder ayudar a los demás a tener una vida digna. Si lo hubiera sabido el faraón, les hubiera permitido a los israelitas ir al desierto a glorificar a su Dios, pero el faraón era un necio; podía haber sido amigo de los israelitas, como en años anteriores lo habían sido sus predecesores, pero este faraón no se informó de la historia de los israelitas, y todo el bien que hizo José cuando vinieron los años de escasez. Los magnates de los negocios y las industrias, algunos, no recuerdan todo el bien que hace el pueblo, los que trabajan para él. Algunos quieren más y más, y no les dan paja, es más, hacen que ellos la vayan a buscar. No es bueno que un ser humano, humille y haga daño a un semejante, no es bueno para nadie. Y lo veréis en la historia de este faraón, seguid leyéndome.

 P. Jesús

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16 Biblia y meditación.

La queja de los inspectores hebreos

Éxodo 5, 15-21

15 Los inspectores de los israelitas fueron a quejarse al Faraón, diciendo: «¿Por qué tratas así a tus servidores?
16 No nos dan paja, no cesan de decirnos que hagamos ladrillos, y encima nos golpean. Y tú tienes la culpa».
17 Pero el Faraón respondió: «Ustedes son unos holgazanes, sí, unos perfectos holgazanes. Por eso andan diciendo: «Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios».
18 Ahora vayan a trabajar. Y no sólo no les darán más paja, sino que deberán entregar la misma cantidad de ladrillos.»
19 Cuando les anunciaron que no debían disminuir la producción de ladrillos establecida para cada día, los inspectores israelitas se vieron en un grave aprieto.
20 Y al encontrarse con Moisés y Aarón que los estaban esperando a la salida,
21 les dijeron: «Que el Señor fije su mirada en ustedes y juzgue. Porque nos han hecho odiosos al Faraón y a sus servidores, y han puesto en sus manos una espada para que nos maten».

Meditación:

Las instrucciones del Faraón a sus capataces

Cuántas veces no se entienden las cosas que están pasando, que te están pasando; quieres ser bueno, quieres hacer un bien, y todo te va mal, y como los israelitas, vas juzgando a Dios. Ahora tú tienes ventajas porque sabes la historia, sabes quién gana y quién pierde; los israelitas ganan, y el faraón y los egipcios pierden, pero mientras está pasando el cambio, el proceso de cambio para tener una vida coherente con Dios, algunos se asustan, y tienen motivos por lo que asustarse, pero son motivos humanos, y la fe tiene que estar por encima de todo lo humano, porque la fe, por la fe, Dios hizo y hace y hará milagros, hechos injustificables humanamente, pero son hechos verificados en la historia, es decir, son hechos concretos que hacen historia, como el que Lázaro resucitase, eso cambió la historia; no es lo mismo un hombre muerto que un hombre vivo, mientras vive hace historia, muerto, vive por su historia.

 P. Jesús

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17 Biblia y meditación.

La oración de Moisés

Éxodo 5, 22-23 y Éxodo 6, 1

22 Moisés se volvió al Señor, diciendo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Para esto me has enviado?
23 Desde que me presenté ante el Faraón para hablarle en tu nombre, él no ha cesado de maltratar a este pueblo, y tú no haces nada para librar a tu pueblo.
Capítulo 6
1 El Señor le respondió: «¡Ahora verás lo que haré al Faraón! Tendrá que dejarlos partir por la fuerza, e incluso, se verá obligado a expulsarlos de su país».

Meditación:

La oración de Moisés

¡Pobre Moisés!, sólo él oía la voz de Dios, y tenía el deber de anunciarla a su Pueblo, Israel, por ser un profeta, por ser el elegido para dar la libertad a su Pueblo; pero él, Moisés, era un hombre, un hombre débil, había matado a otro hombre en su juventud, a un egipcio que maltrataba a un israelita, y para defenderlo peleó con él, con el egipcio, y éste perdió la vida en el combate. Para salvar a tu hermano que está en pecado, ¿qué haces tú? La mayoría de la gente lo permite todo, siendo bautizado, siendo del Pueblo Elegido, y permiten que el pecado haga daño a un hermano. Muchos miran las obras de los demás según las ganancias que haya, no por su moral, no por hacer las cosas bien. Volvamos a Moisés, abatido por el sufrimiento de su pueblo, este pueblo que él fue a despertar, que fue a anunciarles que su Dios se acordaba de ellos, los amaba y les daba la libertad, la libertad para no estar sometidos a nadie, la libertad para poder cumplir con su Ley, la Ley de Dios, la Ley del Pueblo de Dios, la Ley de los judíos y de los cristianos católicos.

 P. Jesús

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18 Biblia y meditación.

Otro relato de la vocación de Moisés

Éxodo 6, 2-13

2 Dios habló a Moisés y le dijo: «Yo soy el Señor.
3 Yo me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como el Dios Todopoderoso, pero no me di a conocer a ellos con mi nombre «el Señor».
4 También establecí mi alianza con ellos, para darles la tierra de Canaán, esa tierra donde ellos residieron como extranjeros.
5 Y cuando escuché los gemidos de los israelitas, esclavizados por los egipcios, me acordé de mi alianza.
6 Por eso, anuncia esto a los israelitas» Yo soy el Señor. Yo los libraré de los trabajos forzados que les imponen los egipcios, los salvaré de la esclavitud a que ellos los someten, y los rescataré con el poder de mi brazo, infligiendo severos y justos castigos.
7 Haré de ustedes mi Pueblo y yo seré su Dios. Así tendrán que reconocer que soy yo, el Señor, el que los libró de los trabajos forzados de Egipto.
8 Después los introduciré en la tierra que juré dar a Abraham, a Isaac y a Jacob, y se la daré en posesión. Yo soy el Señor.
9 Moisés refirió estas palabras a los israelitas, pero ellos no quisieron escucharlo, porque estaban desalentados a causa de la dura servidumbre.
10 Entonces el Señor dijo a Moisés:
11 «Preséntate al Faraón, el rey de Egipto, y dile que deje partir de su país a los israelitas».
12 Moisés se excusó ante el Señor, diciendo: «Si los israelitas no quisieron escucharme, ¿cómo me va a escuchar el Faraón, a mí que no tengo facilidad de palabra?».
13 Pero el Señor habló a Moisés y a Aarón, y les dio órdenes para los israelitas y para el Faraón, rey de Egipto, a fin de hacer salir de Egipto a los israelitas.

Meditación:

Otro relato de la vocación de Moisés

Dios quiere ayudar a su Pueblo, siempre ha querido cumplir con la Alianza contraída con ellos, aunque ellos se olvidan de cumplirla; Dios, compadeciéndose de los israelitas cansados y fatigados, comprende que necesitan de Él, de Dios, porque sólo Dios puede cambiar las cosas, cambia las cosas. Moisés y Aarón exponen a Dios sus argumentos, y Dios les da órdenes, porque quiere cumplir con la Alianza.

 P. Jesús

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19 Biblia y meditación.

La genealogía de Moisés y Aarón

Éxodo 6, 14-27

14 Los jefes de las familias de Israel fueron los siguientes: Los hijos de Rubén, el primogénito de Israel, fueron Henoc, Palú, Jesrón y Carmí. Estos son los clanes de Rubén.
15 Los hijos de Simeón fueron Iemuel, Iamín, Ohad, Iaquín, Sójar y Saúl, el hijo de la cananea. Estos son los clanes de Simeón.
16 Los nombres de los hijos de Leví, con sus descendientes, fueron estos: Gersón, Quehat y Merarí. Leví vivió ciento treinta y siete años.
17 Los hijos de Gersón fueron Libní y Simei con sus clanes.
18 Los hijos de Quehat fueron Amram, Isar, Hebrón y Uziel. Quehat vivió ciento treinta y tres años.
19 Los hijos de Merarí fueron Majlí y Musí. Estos son los clanes de Leví con sus descendientes.
20 Amram se casó con Ioquébed, su tía, y de ella le nacieron Aarón y Moisés. Amram vivió ciento treinta y siete años.
21 Los hijos de Isar fueron Coré, Néfeg y Zicrí;
22 y los hijos de Uziel, fueron Misael, Elsafán y Sitrí.
23 Aarón se casó con Eliseba, hija de Aminadab y hermana de Najsón; de ella le nacieron Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.
24 Los hijos de Coré fueron Asir, Elcaná y Abiasaf. Estos son los clanes de los coreítas.
25 Eleazar, hijo de Aarón, se casó con una de las hijas de Putiel, que fue madre de Pinjás. Estos son los jefes de las familias levíticas, con sus respectivos clanes.
26 Moisés y Aarón son los mismos que recibieron del Señor la orden de sacar de Egipto a los israelitas, distribuidos en grupos.
27 Ellos fueron los que hablaron al Faraón, el rey de Egipto, para hacer salir a los israelitas. Son los mismos Moisés y Aarón.

Meditación:

La genealogía de Moisés y Aarón

Moisés y Aarón, no tenían nada que ver con los hijos de Jacob, Israel, pero Dios los puso al servicio de su Pueblo Israel. Dios elije como profeta a quien quiere, ¿y quién era Moisés? El Hijo de una mujer israelita. Eso es lo importante, que seas del Pueblo de Dios, que seas bautizado.

 P. Jesús

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