Crees que nada tiene sentido Crees que nada tiene sentido. Crees que todo lo que ansías es tan sólo espuma, que al soplar desvanecerá sin dejar rastro.
Porque tu corazón está sediento de amor. Pide con locura que alguien le ame, que alguien le proteja; ese alguien, ese amor necesitado, no lo encuentras, y hasta dudas que exista.
Desconsolado y hundido en tu triste soledad llora tu alma incansablemente, suplicando que todos esos recuerdos de tu maldad, marchen de tu mente.
Pero cuando crees que todo está perdido, cuando crees que para ti no hay perdón, un sentimiento de sosiego acapara tu corazón. Te sientes protegido por un manto, querido y consolado.
Como las hojas que se lleva el viento, el dolor desaparece de ti, tu alma salta de júbilo, tus ojos brillan de alegría y una leve sonrisa aparece en tu rostro.
La cálida brisa del Amor, la cálida brisa de la dicha roza tu desvalido corazón, y enciende en él la ilusión de vivir.
Sientes el arropo del Señor, su querer inmenso y su perdón. Notas el consuelo divino, la paz y el cariño del Salvador.
Sumergido en estas sensaciones tu vida decide cambiar, tomar otra dirección y aferrarte al amor de Dios; vivir para darle Gloria, para hacerle feliz y ser feliz junto a Él.
Alba Bellido Durán |
Poesías - 14. página
Pequeña flor
Pequeña flor Tú, alma pequeña e indefensa, flor apagada, triste, marchita tras el gélido invierno de la vida.
Te ocultas bajo tus pequeñas hojas buscando refugio de las maldades ajenas. Intentas encubrir tu perfume, pasar desapercibida.
Tapas tu belleza, para que no te destruyan. No intentas llegar alto sino que te escondes entre la maleza.
Tú, bendita alma, con corazón bello y noble, no te ocultes, deja que los rayos del sol divino te iluminen. Vive para él, deja que te guie.
Sé que te han atormentado, y por eso ahora desconfías de todo y de todos. Sé que la gente te ha rechazado, pero Dios nunca lo ha hecho.
Por eso tú, tú debes ser luz en la oscuridad, enfrentarte a la realidad, mostrar tus virtudes, reflejar el amor de Dios
No te sientas desprotegida ni abandonada, sé feliz en los brazos del Señor; agárrate a Él y como flor hermosa que nace en un ocaso, serás feliz para siempre.
Alba Bellido Durán |
Simplemente quiero amarte
Simplemente quiero amarte
Amado Dios, bendito tú, padre mío deseo amarte y que dejes que te ame, y te ame y te ame y te ame, y te siga amando tanto como me amas tú, Dios.
Deja que te ame, Papá, esta es mi petición. Quiero vivir tu amor. ¡¡Vivirlo, sentirlo en mí!! Porque este amor que siento es para ti
Oh, Dios mío, deja que te ame y te ame y te ame. Quiero vivir tu amor.
Alba Bellido Durán |