Saltar al contenido

Consulta 4

p. , 25 años , de Argentina. 2/18/2008

Buenas noches, ante todo deseo felicitarlos por el sitio me parece muy provechoso y profesional.

Bueno les escribo por lo siguiente y tal vez me puedan dar una mano, hace dos años mas o menos deje de tener una vida activa en mi parroquia durante 5 años fui catequista, estuve en la acción católica hasta estuve haciendo un discernimiento vocacional para le sacerdocio, lamentablemente los dos sacerdotes que me ayudaban fueron cambiados de ciudad, por lo cual nunca mas lo seguí, bueno el caso es que tenia una vida activa en mi parroquia pero de un momento para otro el sentimiento se fue como apagando, sumado a que estaba estudiando historia en un profesorado de tendencia Marxista, de ideología comunista, entonces me entere muchas cosas de la Religión que me hicieron dudar, bueno gradualmente me fui alejando hasta el día de hoy que ni siquiera me confieso ni voy a misa, nunca lo hable con ningún sacerdote ya que los que yo tenia como guias los trasladaron, asi que bueno es raro no si me podran ayudar yo todavia creo que DIOS existe pero sigo sin confesarme e ir a misa. Muchas Gracias. Atte. Pablo 

Respuesta de: María Durán de Bellido. 2/18/2008

Alma que busca la verdad, y la verdad solo está en Dios y Su Iglesia, la Católica, Apostólica y Romana; todas las demás son falsas. Sabe bien tu alma a donde perteneces; a quién perteneces: A Dios Padre a Dios Hijo a Dios Espíritu Santo. A la Madre de Dios, pero no es tan fácil seguir a Dios, a Jesucristo. Por eso, mi buena alma: Te has perdido. Te perdiste por no tener una mano fuerte en quien y con quien sujetarte. Pero ahora eres adulto, ahora ya has aprendido de la vida que solo Dios es bueno; sólo Él es Santo. Por eso debes buscar Su mano; la mano de Dios, que siempre está extendida y se halla a través y con la oración. Reza pidiendo a Dios te coja de Su mano en tus tinieblas; y Dios, por tu petición, se unirá a tú libertad y vendrá a buscarte Él mismo y te cogerá de su mano y con dulzura amorosa te unirá a su misericordioso corazón.

Sin ninguna duda, tú, hijo bueno de Dios: Lo necesitas. Lo anhelas y Él se hará presente en ti. Se humilde y confía en la Santa madre Iglesia Católica. Ve a ella, regresa a Ella y cumple con la obediencia fiel de un hijo pequeño a su Madre que lo ama y le enseña a comer; primero te da de su pecho y luego te pone el plato en la mesa y te da la comida en tu boca y más tarde tú mismo comes solo y más adelante tú mismo eliges la comida que más y mejor bien le hará a tu alma.

Dale un voto de confianza a la Santa Madre Iglesia Católica. Ve a confesarte y dile ala sacerdote lo que me has comentado a mí. Él, te ayudará en tu camino de regreso a la verdad; confiesa tus pecados, tus faltas y pide ayuda espiritual, consejo moral. Ve luego a comulgar y recibe con alegría al mismo Jesús que está en la Eucaristía; deja que te abrace, deja que por diez o quince minutos, Dios mismo: Jesús, en persona, con carne, hueso y espíritu, se mezcle en ti y te abrace como nadie jamás te a abrazado, con total amor: seas quien seas, seas como seas: Él, te ama y por vuestra unión te irá perfeccionando. Deja que la sabiduría de Dios te haga místico y haga de ti un hombre Santo.

Vive feliz la vida que Dios te ha dado. Estúdialo en los Evangelios, la Biblia, el Catecismo de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Déjate amar como sólo ama Dios. Y vive en paz vuestro mutuo amor: Dios te ama y con su amor en ti, tú lo amarás hasta morir.

Bendita seas alma verdadera.

Queda en paz.

 

Sección: Religión