Consulta 45

Respuesta de: María Durán de Bellido. 

Estimada amiga C.:
Gracias por escribirme y por la confianza de tu consulta. Mi opinión es:
Eres una persona con un alto nivel espiritual, pero a la vez tienes los pies en el suelo, como suele decirse a las personas realistas. Hay santos que sólo Dios les basta, que pueden vivir en un desierto, solos, y son felices allí, hay otros santos, como tú, que Dios los ha destinado en su Misión de ayudar a las almas, y por eso también Dios te ha dado el don del afecto, de sentir afecto bueno y lícito por los demás, pero como a ti, en tu Misión, debes relacionarte con otras personas a las que debes ayudar con tu ejemplo, estás más expuesta a una clase de sufrimiento, que los santos que están en el desierto, esos no padecen, pero también Dios mismo, en su Misericordia te da la Gracia de que con este sufrimiento tuyo, por las decepciones humanas, puedas con él, con este sufrimiento, ofrecérselo a Dios, y Dios con Él, con este dolor tuyo, viviendo en Gracia de Dios, tú, haga contigo cosas maravillosas que no conocerás hasta que estés viviendo en el Cielo, ¡que allí vas a estar con los Santos, por la Gracia de Dios!, tú, se fiel, y acepta el dolor de la libertad de otros. No puedes ir de Dios, sé que no vas, pero debes desprenderte de esa digamos fidelidad, que es buena, pero te perjudica si eres fiel a los que se han alejado de ti y han hecho su vida a parte. Mi consejo es que aceptes el sufrimiento y lo ofrezcas a Dios, que continúes siendo realista y que hagas nuevos planes con otra-s persona-s que ya tienes a tu lado o que hallarás en el transcurso de tu larga vida.
Amiga, ¡duelen tantas cosas!, los hipócritas hacen mucho daño, la soledad también hace mucho daño… Te recuerdo las palabras de Dios, Jesús, que nos dijo que el trigo y la cizaña viven juntos, en este campo del mundo. Tú, siendo idealista, sufres mucho, pero, como te digo, este sufrimiento tuyo, ¡es alegría en el Cielo!, si lo ofreces a Dios y Dios con él, hace cosas buenas. Y tienes que saber que además debes de orar, rezar por todos, para que dejen la ignorancia de la maldad, para que hagan el bien, como tú, ¡bendita alma de Dios!, te esfuerzas para hacerlo!.
Estás en tiempos de dolor, pero en tu vida hay, habrá muchas alegrías. Este dolor tuyo, serán maravillosas esperanzas del futuro, para personas, que muy seguramente, ni conoces, ni conocerás nunca, pero Dios contigo, hace y hará maravillas para ellas. Como el dolor de otras personas, que ni conoces, muy seguramente, ellas, unidas a Dios, Dios con ellas te entregó la dicha de la fe, y de las obras de la misma.
Encontraras personas que te amarán más y mejor e irás apartando tu corazón dañado de las que no te aman como debieran, no digo que las dejes de amar, porque como cristiana amarás a todos y a todo, pero no necesitarás de su correspondencia, podrás estar a su lado, aceptando su maldad y sabiendo de ella, con tu buen ejemplo, las ayudarás al bien, a lo bueno. El mundo es como una gran empresa en la que todos trabajamos y nos vemos y nos relacionamos, y no nos morimos de dolor si los que trabajan con nosotros son hipócritas y quieren nuestro cargo, nuestro puesto de trabajo, porque sabemos que esto suele ocurrir en el mundo, pero lo importante es hacer una buena labor, es que sigamos en la Empresa, es que el Jefe, Dios, nos pague por lo que hacemos y nos de suplementos por nuestra fidelidad y buen ejemplo. Y otro día nos jubilemos y vayamos al Cielo Eterno. Que esto es lo que te espera amiga, porque tú sabes bien que Dios te Ama y te Necesita: sigue trabajando para Él.
Las alegrías vendrán luego.
Te han traicionado, sí, ¡a Dios, a Jesús, también!; estás en buena onda, en la onda de la fe, de las obras de la misma, de la Gracia Santificante. ¡Duele!, pero así y solo así se gana uno el Cielo, con este dolor de aguantar el mal que te dan, ofreciendo el bien.
Vas a sufrir toda tu vida, siendo cristiana, ¡no te lo voy a esconder!, pero hallarás gente buena, tendrás gente que como tú son fieles y dan amor y bien. Pasará este tiempo, ¡seguro!, y vendrá la alegría. Saca a los malos de tu corazón dolorido, y ponlos en la parte de tu corazón donde les tengas compasión y misericordia, y deja entrar en los sentimientos de tu corazón a personas que te aman de verdad, con sinceridad, ¡y hay!, Dios seguro que te las dará, porque Él, también tuvo amigos en este mundo.
Comprende que la gente pasa pruebas y crisis, y pocos son fieles a los buenos, porque la bondad da envidia. Eres envidiada y serás consolada por los Ángeles de la Guarda, a los que les pido que te guarden de tus enemigos, porque todo aquel que daña a otro queriendo, es un enemigo, y de esto también nos avisó Cristo, de que los tendríamos y de que los deberíamos amar, con amor de Caridad, es decir, porque Él, Dios, nos lo pide.
Obedece al Amor y déjate Amar por Él. Sufre y aguanta y ofrece el dolor para la salvación del mundo. Y recuerda amiga mía, ¡Dios sabe lo que hace!, sabe que puedes, ¡que debes!, soportarlo y que SALDRÁ ALGO BUENO PARA TI DE TODO ESTO. Recuerda que todo, TODO, es Providencial. Por tu dolor de hoy, ¡cuántas alegrías te esperan!, porque Dios abona el bien hecho a quien sea, ¡Él, lo paga!. Espera, amiga, que vendrá el día que vas a cobrar, ¡seguro!, y serás muy feliz; ¡nadie podrá robar tu alegría!, porque ya sabes quiénes son tus enemigos. ¡Guárdate de ellos!, vive con ellos, trátalos como a santos, y deja que cada quien se gane el Cielo; eso nadie lo puede comprar por otro, eso, cada uno se lo gana.
Recemos por los que lo van perdiendo; ¡qué pena por ellos!
Queda en paz.
Dios te bendiga y la Virgen María te guarde.
Con cariño
Maria

Sección: Sociedad