Gracias María
Muchas veces me has levantado, muchas veces me has abrazado. He notado como me has cuidado, he notado como me has alegrado.
Dulce y atentamente, cariñosa y amablemente; mi corazón desconsolado Tú has reparado.
Aún en silencio, si yo saberlo, Tú, Mamá María sé me has amparado.
Con tu perfume de rosas me has rociado. Dentro de tu Corazón Sagrado, me has resguardado.
Mi alma has confortado. Con tus caricias me has consolado.
Sí, Mamá, sé que siempre estás a mi lado. Sí, Mamá, sé que me amas sin reparo.
Mamá María, Virgen querida, Gracias por amarme, Gracias por cuidarme.
Dios nos bendijo, Dándotenos como madre; Tú con agrado, cumples el encargo.
Lástima que algunos Te tengan en el olvido. Siento que desprecien, tus maternales cuidados.
Yo, Mamá María, deseo agradecerte tu bella compañía. Te agradezco inmensamente todos los sacrificios que haces por tus hijos.
Gracias Mamá. ¡Ahora deja que yo te abrace! y seques tus lágrimas.
¡Gracias María! Ahora deja que yo te consuele, Y… ¡regálame una sonrisa!
Alba Bellido Durán |