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La Biblia meditada - 12. página

56 Biblia y meditación

La Biblia
Los hijos de Lía
Génesis 29, 31-35

Capítulo 29

31 Cuando el Señor vio que Lía no era amada, la hizo fecunda, mientras que Raquel permaneció estéril.
32 Lía concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: «El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí que mi esposo me amará».
33 Luego volvió a concebir, y tuvo otro hijo. Entonces exclamó: «El Señor se dio cuenta de que yo no era amada, y por eso me dio también a este». Y lo llamó Simeón.
34 Después concibió una vez más, y cuando dio a luz, dijo: «Ahora mi marido sentirá afecto por mí, porque le he dado tres hijos». Por eso lo llamó Leví.
35 Finalmente, volvió a concebir y a tener un hijo. Entonces exclamó: «Esta vez alabaré al Señor», y lo llamó Judá. Después dejó de tener hijos.

Meditación:

Los hijos de Lía

La historia de Lía, nos enseña que Dios ayuda siempre, y ayudó a Lía, en su tristeza de no ser amada como Raquel, por Jacob, dándole a ella hijos de los dos.

¿Y por qué hace Dios estas cosas?, porqué Dios oye toda oración salida de un corazón atormentado, sufriente y que se siente desplazado, y así se sentía el corazón de Lía, que le rezaba al Señor; y el Señor escucha toda oración apoyada por la tradición del Pueblo de Dios, y se permitía tener más de una esposa, y se apoyaba el que primero se casara la hija mayor de una familia, antes que la segunda. Tradición. Antes, la vida era muy dura, y la muerte era algo muy común al dar la vida.

Entender las Escrituras es comprender la historia del hombre al que tanto ama Dios, y lo demuestra al oír la oración, dándole al que sufre, compensación.

P. Jesús

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57 Biblia y meditación

La Biblia
Los hijos de Bilhá
Génesis 30, 1-8

Capítulo 30

1 Al ver que no podía dar hijos a Jacob, Raquel tuvo envidia de su hermana, y dijo a su marido: «Dame hijos, porque si no, me muero».
2 Pero Jacob, indignado, le respondió: «¿Acaso yo puedo hacer las veces de Dios, que te impide ser madre?».
3 Ella añadió: «Aquí tienes a mi esclava Bilhá. Unete a ella, y que dé a luz sobre mis rodillas. Por medio de ella, también yo voy a tener hijos».
4 Así le dio por mujer a su esclava Bilhá. Jacob se unió a ella,
5 y cuando Bilhá concibió y dio un hijo a Jacob.
6 Raquel dijo: «Dios me hizo justicia: él escuchó mi voz y me ha dado un hijo». Por eso lo llamó Dan.
7 Después Bilhá, la esclava de Raquel, volvió a concebir y dio un segundo hijo a Jacob.
8 Entonces Raquel dijo: «Sostuve con mi hermana una lucha muy grande, pero al fin he vencido». Y lo llamó Neftalí.

Meditación:

Los hijos de Bilhá

La envidia ganó a la fe; la envidia de Raquel a su hermana Lía, que en vez de rezar al Señor y pedirle ayuda, fue a su esposo y se quejó de su desgracia, que Dios permitía para que en el corazón de Raquel no tuviera a Jacob como a un Dios, sino que pusiera en él, en su corazón, la esperanza en Jahveh.

Raquel, la amada de Jacob, decidió darle a su esclava para que engendrara hijos. Así de importante es la descendencia, tanto, que las mujeres no temían dar hijos, todo y no teniendo la seguridad de que, al dar vida, ellas también vivirán. Ahora están viviendo muchas mujeres la tradición del aborto.

Fijaos, que Jacob sólo amaba y quería a Raquel, pero primero Labán, haciendo la suya, le impuso engañosamente como esposa a su hija mayor Lía, y después de desposarse también con su amada Raquel, al no darle ésta hijos, ella decide darle a su esclava Bilhá. Jacob acepta, pero no pidió él tener a Bilhá, la esclava de Raquel, ni pidió tener a Lía, la hermana de Raquel. Él amaba a Raquel y por ella sirvió durante siete años, y luego siete más, al padre de Raquel y Lía, a Labán, que a éste le interesaba el trabajo que le ofrecía y realizaba Jacob para conseguir desposarse con su amor: Raquel.

Jacob, hombre bueno y fiel a Dios, se vio teniendo hijos de varias mujeres, y todo por falacias de las personas, que se desesperan de su suerte y quieren hacerse Dios. Así ocurre en muchos, hoy en día, y siempre, que viven imponiendo a los demás, incluso a los buenos, su voluntad, la de su egoísmo y vanidad. Jacob amaba a Dios y a Raquel, todo lo demás fueron circunstancias ocasionadas por la libertad de los demás, como ocurre aún hoy en día, y Dios no desprecia a las Lía, ni a los hijos de esta, ni a los de la esclava. Dios ama siempre a todos. Mirad la historia Sagrada, leed y veréis que Dios comprende al hombre y acepta su libertad, haciendo, con la libertad del hombre, su voluntad.

P. Jesús

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58 Biblia y meditación

La Biblia
Los hijos de Zilpá
Génesis 30, 9-13

Capítulo 30

9 Lía, por su parte, viendo que había dejado de dar a luz, tomó a su esclava Zilpá y se la dio como mujer a Jacob.
10 Cuando Zilpá, la esclava de Lía, dio un hijo a Jacob,
11 Lía exclamó: «¡Qué suerte!». Y lo llamó Gad.
12 Después Zilpá, la esclava de Lía, dio otro hijo a Jacob.
13 Lía dijo entonces: «¡Qué felicidad! Porque todas las mujeres me felicitarán». Y lo llamó Aser.

Meditación:

Los hijos de Zilpá

Hoy en día, hay las que denominan “madres de alquiler”; antes eran esclavas, ahora ellas mismas se ofrecen, por dinero, a dar su cuerpo en alquiler. Y si es por dinero, la mayor parte de la sociedad actual lo acepta, como acepta la mayoría de la sociedad, que las madres decidan asesinar, matar, acabar con la vida de sus hijos, mientras están en su vientre. Unas por dinero dejan que durante nueve meses en su cuerpo se forme un bebé, y otras, por negarse a dejar su cuerpo, durante nueve meses, al bebé que engendraron normalmente por placer sexual, abortan, asesinan; y dicen algunos, que no es un bebé mientras está en el vientre de la madre. Y, lo es, y algunas cobran por serlo, y otras pagan por matarlo, para deshacerse de él.

Lía, la hermana de Raquel, al dejar de ser fértil, hizo como Raquel y le entregó a su esposo Jacob, a su esclava, para que le diera hijos. Vemos por esta historia, que esas mujeres viven y obran para complacer a su esposo, a Jacob; y Jacob acepta, y ellas, se gozan en la aceptación de Jacob que engendra hijos con sus esclavas. ¿Cuántas cosas sigue haciendo hoy en día una mujer para retener al hombre que dice amar, y ama más que a Dios? La mayoría de las personas pone su libertad en hacer dioses a los hombres que aman. Dios no pide que le entreguen a sus esclavas, Dios quiere tu amor, y vino a buscarlo naciendo de su esclava, la Madre de Dios, la Virgen María. Raquel y Lía, entregaron a su esposo Jacob, a sus esclavas, y Dios acepta que María Virgen se le entregue libremente, Ella misma por esclava, la esclava libre que es la Madre de Dios.

Comprender la historia Sagrada, expuesta en la Sagrada Biblia, cuesta, pero no busquéis santos en ella, sino seres humanos, personas a las que Dios ama, con su imperfección, y ayuda al hombre a encontrarse con Dios. No todos lo hallan, pero sí  hay muchos santos en la historia de la Iglesia Católica; porque cuando ya Dios vino al mundo, porque cuando Dios resucitó, lo tenemos, está presente en la vida del que tiene fe y usa de los sacramentos, cumpliendo con los mandamientos de la Ley de Dios; que hay uno que pide no hacer adulterio, es decir, Dios quiere al hombre con una sóla mujer, como los creó en Adán y Eva; todo lo demás es aberración, que Dios permite porque sabe que, en este Valle de Lágrimas, la perfección sólo se gana creyendo, amando y pronunciando el nombre santo de Dios: Jesús, ¡Dios con nosotros!, ¡el Mesías esperado llegó, amó, se entregó, murió y resucitó! ¡Viva los cristianos!, la generación de los hijos de Dios, por el Espíritu, y gracias al sí de la esclava libre: María Inmaculada Concebida.

P. Jesús

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59 Biblia y meditación

La Biblia
Los otros hijos de Lía
Génesis 30, 14-21

Capítulo 30

14 Rubén salió una vez mientras se estaba cosechando el trigo, y encontró en el campo unas mandrágoras, que luego entregó a su madre. Entonces Raquel dijo a Lía: «Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que trajo tu hijo».
15 Pero Lía respondió: «¿No te basta con haberme quitado a mi marido, que ahora quieres arrebatarme también las mandrágoras de mi hijo?». «Está bien, respondió Raquel, que esta noche duerma contigo, a cambio de las mandrágoras de tu hijo».
16 Al atardecer, cuando Jacob volvía del campo, Lía salió a su encuentro y le dijo: «Tienes que venir conmigo, porque he pagado por ti las mandrágoras que encontró mi hijo». Aquella noche Jacob durmió con ella,
17 y Dios la escuchó, porque concibió una vez más, y dio a Jacob un quinto hijo.
18 Entonces Lía exclamó: «Dios me ha recompensado, por haber dado mi esclava a mi marido». Y lo llamó Isacar.
19 Luego Lía volvió a concebir y dio un sexto hijo a Jacob.
20 «Dios me hizo un precioso regalo», dijo Lía. «Esta vez mi marido me honrará, porque le he dado seis hijos». Y lo llamó Zabulón.
21 Finalmente tuvo una hija, a la que llamó Dina.

Meditación:

Los otros hijos de Lía

En la Sagrada Biblia se refleja con toda crudeza lo que es el hombre, la persona. Vemos a dos hermanas en la historia de Jacob, Lía y Raquel, disputando por el amor de un hombre, y en tener frutos de este amor. ¿Es que el amor es la unión sexual?… vosotros, ¿qué pensáis?; ¿es el amor la unión sexual?; ¿el hacer el acto de la creación de otro ser, esto es amor?…

Vemos como, hoy en día, el acto sexual sigue siendo la manera de demostrar amor y posesión. Pero ocurre que no se quiere tener hijos, la mayor parte de las veces que se unen en sexo, sean casados o solteros, sino que sólo quieren esta unión sexual, y a este acto se le denomina un acto de amor, o de sexo; pero dime tú; ¿de qué otra manera expresarías el amor en la culminación de un hombre y una mujer que se aman? Por el acto sexual. Si no se ha consumado el acto sexual, el matrimonio canónico se considera nulo.

P. Jesús

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60 Biblia y meditación

La Biblia
El primer hijo de Raquel
Génesis 30, 22-24

Capítulo 30

22 Dios también se acordó de Raquel, la escuchó e hizo fecundo su seno.
23 Ella concibió y dio a luz un hijo. Entonces exclamó: «Dios ha borrado mi afrenta».
24 Y lo llamó José, porque dijo: «Que el Señor me conceda un hijo más».

Meditación:

El primer hijo de Raquel

¿Es que Dios escucha las inmoralidades que le piden las personas?… ¿Era inmoral que Raquel, la esposa amada de Jacob, tuviera hijos de su amor?… Como ya os dije, Dios, en aquel entonces en que Jesús, el Cristo, el Mesías, aún no había llegado al mundo para exhortar en el amor, en la caridad, las cosas de Dios no eran como son ahora y la Santa Madre Iglesia Católica nos enseña, sino que eran distintas; el sentido de supervivencia del hombre era algo primordial en las personas que vivían en aquel entonces. Ahora el amor puede ser más bueno y puro, desde que la Virgen María amó con pureza a su casto esposo San José, y todo porque Dios vino al mundo, estuvo en el mundo, lo mataron y resucitó, y sigue en el mundo Dios mismo, Jesús, a través y por la Eucaristía. Tú, hoy, ahora, puedes no sólo dialogar con Dios, con Jesús, cara a cara, sino que puedes unirte a Él, a Dios, con el acto de amor entre criatura y creador, que es la Comunión.

Las cosas han cambiado para los que van a ser santos. Los santos saben que Dios es su fin, su meta y su modus vivendi; y todo lo demás, el enamorarse, el casarse, el tener hijos, está delimitado por la voluntad de Dios. Si uno no supiera qué decir en su oración al Padre, pidiendo que se haga su voluntad rezaría por todo bien. No es que antes Dios no tenía una voluntad, sí que la tenía, quería que la tierra se poblara, y más tarde les dio los diez mandamientos, esto también lo leeremos, pero su prioridad era tener un pueblo, un grupo de gente que le amara y le fuera fiel, por eso la fidelidad y el amor van a una, y lo vemos en Cristo, que amó y fue fiel, pasara lo que pasara, y mirad qué pasó muchas. Leed el evangelio y veréis cuánto sufrió Dios, Jesús, para seguir en todo la voluntad del Padre.

Volvamos a la historia de Jacob y Raquel; ellos se amaban pero las costumbres eran otras. No quiere decir que ahora, porque se acostumbra a fornicar, Dios se acople a esta manera incoherente de actuar las personas, pues no es así, y antes y ahora y siempre, Dios está a favor de la vida, de los hijos, del amor verdadero.
¿Cómo debemos comprender la Sagrada Biblia? La comprenderemos bien si la comprendemos en el Amor de Dios a las criaturas, y no por las cosas que hacen las personas cuando están en situación de pecado. Así que podríamos decir que Jacob, Lía y Raquel estaban en situación de pecado, porque no hacían lo correcto para la persona, pero Dios en su amor velaba por ellos, por su pueblo, Cuántos bautizados están en situación de pecado y rezan y piden, y Dios tiene misericordia, se compadece de todos y los ayuda en todo, y algunos, muchos, vuelven a caer, tornan al pecado, y algunos se arrepienten y piden ayuda a Dios, y Dios tiene misericordia, según ve su corazón, y vuelve a perdonarlos; ¿cuántas veces? Setenta veces siete…

Así que para entendernos, podemos decir que Jacob, Raquel y Lía y sus esclavas estaban en pecado, como muchos católicos bautizados están ahora en pecado, porque sabemos que el pecado, que pecar, es no cumplir con los diez mandamientos, cada uno de ellos, ¡y no sólo el sexto y el noveno!

Sé que lo habéis comprendido, que amáis más a Dios y vuestra fe se ha robustecido. ¡Alabado sea Dios de Cielos y tierra!

P. Jesús

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