| Z. , 46 años , de Venezuela. 6/24/2008 Hermana, siempre he sido mujer de iglesia, mujer de sacramentos. Pero, durante los últimos 12 años de mi vida, he vivido una serie de problemas que, en lugar de acercarme más a Dios me han alejado, actualmente me siento vacía, falta de fé, ya no me ilusiono ni espero nada de la vida. Mi depresión es cada vez mayor. En estos días tuve contacto con una cuñada que ejerce la fé en Cristo, se dedica a una Iglesia Cristiana adonde yo, por complacerla, asistí. Me recibieron felices y dicen que ya no soy Católica, que ahora pertenezco a la Iglesia Cristiana. Yo me siento muy mal, algo así como si pretendiera cambiarme de familia. Yo venero y respeto mucho a la Santa Madre de Dios y temo haberla ofendido al permitir que mis oídos escucharan sus palabras vacías. Dios siempre ha estado dentro de mi corazón, aunque me haya alejado de la iglesia. Sólo Él me mantiene en pie de lucha. Ayúdeme, por favor, si pequé con esta actitud, dígamelo e indíqueme qué debo hacer para enmendarme!! Gracias, de antemano y que Dios la bendiga. |
Respuesta de: María Durán de Bellido. 9/17/2008 Bondadosa alma apesadumbrada por el silencio de Dios; no porqué Él no te hablara sino porque tú no lo escuchabas. Las personas piadosas son de mucha ayuda para todos, y estas benditas almas evangélicas te ayudaron como tú debes ayudarlas a ellas a que encuentren el camino a Casa: Directamente a los brazos de la Madre de Dios. Que allí te espera a ti. Regresa. Tú no eres evangélica; tu corazón y por tu bautismo eres y siempre serás católica. No temas haber hecho lo que hiciste, porque Dios te ama, y Su amor puede más que tu temor. Ve a confesarte y la Gracia de Dios te cubrirá de pies a cabeza y sentirás Su paz, Su Amor y Su alegría por haber vuelto a casa, allí donde se te ama y se te necesita para ayudar a los que se fueron, a regresar. Los protestantes normalmente son personas confundidas que necesitan de luz, para ver el camino, la verdad y seguir la verdadera vida de Cristo, fundador y Dios de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Son personas que por no recibir a Jesús en la comunión, buscan sus afectos humanamente, y no es malo ser afectuosos con los hermanos, al contrario, muchos católicos pecan por falta de este calor y amistad que tanto prodigan los evangélicos, pero es porque la relación directa con Dios mismo hace que no se necesiten tanto unos de otros, y como Santa Teresa dicen: “Solo Dios basta.” Regresa a Casa, alma bendita y tan amada. Ven. Queda en paz.
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