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6 Biblia y meditación.

El llamado de Dios a Moisés

Éxodo 3, 1-6

1 Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb.
2 Allí se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse,
3 Moisés pensó: «Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?».
4 Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo: «¡Moisés, Moisés!». «Aquí estoy», respondió el.
5 Entonces Dios le dijo: «No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa».
6 Luego siguió diciendo: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob». Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios.

Meditación:

El llamado de Dios a Moisés

Dios siempre ha tenido un lugar que declara suyo; ahora, su lugar es el Sagrario, y desde allí te llama: “¡Moisés, Moisés!”; ocurre que la voz de Dios no es la misma que llamó a Moisés, ahora Dios te llama con su propia vida escrita en los Evangelios; te llama a ti, te llames Moisés o tengas otro nombre, pero te llama para darte la tierra prometida, el Reino de los Cielos, un lugar que no está en este mundo, ¡la vida eterna!

P. Jesús

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