Abandonado Abruman las fatigas, flaquean las fuerzas. Cansa vivir, respirar y existir.
Prisionero te sientes, encadenado a tus pesares, queriendo huir de ti mismo, por tantos males.
Sientes que ya no puedes, cargar con tus preocupaciones con tantas contrariedades.
No comprendes, no entiendes… ¿por qué Dios no te socorre?
El Todopoderoso guía tu vida, por extraños senderos, pero de ti no se olvida.
El Creador permite tus tropiezos, y los motivos son secretos.
Mas, resiste con esperanza, ora y aguarda, que Dios te escucha, y dará fin a tu lucha.
No te des por vencido. No pienses que está todo perdido.
Porque el fracaso está en abandonar, y no en volverlo a intentar.
¡Dios existe! Y aunque no entiendas, ¡tú persiste! Y acabarán tus lágrimas.
Te sientes por Dios abandonado, pero es porque en realidad, tú no te has abandonado en la Divina Trinidad.
Alba Bellido Durán |