Inocente culpable Sangre inocente fue derramada, para limpiar nuestra alma. Una vida cruelmente asesinada, para dar la Vida Eterna.
El Rey fue humillado, sin culpa, ejecutado. El que nunca cometió pecado, fue, sin pena, maltratado.
El que vino por misericordia fue tratado sin misericordia. El que se entregó por amor, fue entregado sin amor.
Jesús pagaron tu amor, con odio y dolor. Te cargaron de faltas falsas, cuando Tú viniste a liberar las nuestras.
Jesús amado, ¿cuál fue tu crimen, proclamar el Reino? ¿Qué delito hiciste? ¡Amar a todos y darnos el Cielo!
Oh, Dios mío, llevas a tus espaldas mis pecados, cargas mis faltas en tus hombros. Recibes mi ignominia, y aceptas padecer mi condena.
Con tu sangre, mi culpa, limpias. Con tu humillación, mis pecados, reparas.
Con tu oprobio, me abres el Reino. Con cariño, ¡sufres tu calvario!
No te quejaste por ningún latigazo, callaste y te aguantaste, ¡mientras, nos amabas!
Tú, querido Jesús, padeciste las penas que yo merecía, y me diste la Eternidad que no merecía. Oh mi Dios, como cordero, fuiste inmolado, cual ladrón, condenado, y lo único que has robado es mi corazón, de ti enamorado. ¡Te amo!
Alba Bellido Durán |