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CATÓLICOS SIN COMPLEJOS…

CATÓLICOS SIN COMPLEJOS…

… Los hay jóvenes y viejos.

Un pobre hombre sufría complejo de tener cara de caballo, y quedaba perplejo cuando se miraba al espejo. Le contó a un amigo su última visita al hipódromo: “Estaba mirando la preparación para la salida, y se me montó un jinete y empezó a arrearme…” ¿Y tú, qué hiciste? “Lo que pude, llegué el tercero”.

*COMPLEJO: “Coloquialmente, se dice que una persona tiene un complejo, cuando se cree poseedora de cierto defecto, físico o psicológico, o cuando subestima su capacidad, quedándole resentida la autoestima y sintiéndose, en muchas ocasiones, inferior a otras personas.” 

“COMPLEJO”, también es algo difícil, complicado, rebuscado, enmarañado, etc.

Aunque no te lo creas, al típico complejo de ideas, le llaman “sencillamente”: VORSTELLUNGSKOMPLEX, en la psicología de Gestalt. Después de ésta, no es de extrañar que la doctrina sobre los complejos surgiera de los DIAGNOSTICHEN ASSOZIATIONSSTUDIEN. Supongo que debe quitar el hipo, su definición del complejo Edipo.

En este mundo tan complejo, huyamos del complejo de no ser mundanos. Un día conocí a un chaval que tenía un complejo fenomenal, como un complejo industrial.

Un desacomplejado es un hijo de Dios que se sabe por su Padre amado. La Verdad es sencilla, el Amor es sencillo, y Dios ama la sencillez, no la complejidad.

El miedo a vivir, a sufrir, a exigir, al ridículo, al qué dirán, nace por complejo de inferioridad, y se cura con más vida de piedad. Si vivimos en Gracia, Dios vive en nosotros, y, donde vive Dios, no habita el miedo, que es un sentimiento de inferioridad.

¿Miedo, de qué? ¡Eres hijo del Dios vivo, Señor de cielos y tierra! ¡Ganarás todas las batallas!

¡Católico, con ideas claras, con Dios, y sin complejos, llegarás muy lejos!

Si nuestros antepasados hubieran sido acomplejados, no habrían salido de las catacumbas, pero, ahora, muchos pasotas tarumbas acabarán en los túneles del Metro.

Tanto el laicado como el presbiterado acomplejados, deberían rotular menos y roturar más el campo del Señor, santificando su labor.

El ensimismado es un acomplejado que, por egoísmo, se confina en sí mismo. Hay quienes, sufriendo complejo de mosquetero, tienen entre ceja y ceja, siempre la mosca en la oreja.

Hay un “complejo” muy sano, de católico-cristiano.

Hay un “complejo” mejor, de saberse pecador, y así agarrarse al Señor.

Hay un “complejo” excelente, el de sentirse indigente ante Dios, y así confiar en la divina providencia.

Al que tiene complejo de feo, le viene de maravilla la mascarilla.

Los complejos denigrantes hay que cogerlos con guantes, como el sentirse inferior a los fieles protestantes, o el creerse adanista y, más que el Papa, papista.

Tengamos mucho cuidado con Satanás infiltrado, que acecha al presbiterado que circula “disfrazado”.

Meted en el entrecejo que ser fiel, no es un complejo.

¿Militante acomplejado, bautizado y confirmado? Uno que no se ha enterado.

Católico acomplejado, que confiese su pecado.

Católico practicante, de talento y buen talante, no al complejo protestante, y nunca pases por delante de una imagen de María, sin decirle con amor, Madre de Dios, Madre mía.

 

¿QUÉ TE PARECE? Aunque Iberia signifique “Tierra de Conejos”, no caigas en la miseria de ceder a los complejos.

El complejo de conejo del que vive aconejado, es ridículo e impropio del que ha sido bautizado.

Casados acomplejados, tienen hijos muy contados, y no quieren tener hijos, por complejo de conejo.

Que hijos no son conejos, lo ve un ciego desde lejos.

Tienes pocas luces y andas a oscuras, con miedo, por culpa de tus complejos. ¿No sabes que por la noche se atropellan los conejos? Recibe los Sacramentos y, pasando de complejos, tendrás las luces muy largas para poder ver de lejos.


Javier Bellido

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