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Dijiste Sí

 

Dijiste Sí

Jovencita bella,

muchacha dulce.

Judía humilde,

alma loable.

 

Preciosa tú, María,

que un día,

con tu sí,

al diablo vencerías.

 

El ángel te llamó,

los planes de Dios te contó.

Tú, atenta, escuchaste

y en su palabra, creíste.

 

Sabías por las escrituras,

que vendría el Mesías,

esperabas su venida

pero no, que tú fueses la elegida.

 

No tuviste miedo,

no pediste pensártelo,

aceptaste, de Dios el deseo,

pues tu amor es inmenso.

 

Podrías haber dudado,

podrías haberte negado.

Pero por tu fortaleza y valentía,

dijiste sí a lo que Dios te pedía.

 

Y…

 

Con tu sí, Mamá,

ser de Dios, Madre, aceptaste.

Con tu sí, Mamá,

a Satanás, te enfrentaste.

 

Con tu sí, Mamá,

permitiste se abrieran las puertas del Cielo.

Con tu sí, Mamá,

adoptaste a cada alma en tu seno.

 

Dijiste sí a sufrimientos y persecuciones.

Dijiste sí, y no pusiste condiciones.

Dijiste sí, a engendrar a Jesús,

dijiste sí, a concebir a la Luz.

 

Dijiste sí,

y te hiciste esclava del Señor.

Dijiste sí,

y tu obediencia, al diablo derrotó.

 

Tu sí, es el acto más bello,

tu sí, es el gesto más maravilloso.

Tu sí, el fruto de aquello

que había en tu corazón cariñoso.

 

Dijiste sí, Mamá,

dijiste sí, María.

Qué alegría

que ahora sea madre mía,

la Reina de la valentía.

 

Alba Bellido Durán
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