Gran virtud Corazón orgulloso, no hallará la felicidad, su alma en oscuridad, permanecerá toda la eternidad.
Vivir resentido, vivir con egoísmo, tiene el destino de una vida sin sentido.
Vivir sin perdón, vivir con duro corazón, lleva a la situación de una vida sin ilusión.
El sosiego se halla, en el alma aquella, que con humildad, vive y con humildad, espera.
El corazón descansa cuando tal virtud, contiene, pues aprende en Dios, poner su confianza.
La belleza de la humildad, hace florecer el alma, y lleva a alcanzar la felicidad y santidad.
La pureza de la humildad, hace, con amor, obrar, y lleva a practicar la misericordia y caridad.
La asumción de la humildad hace nuestra pequeñez reconocer, y lleva a valorar el querer que Dios nos da sin necesidad.
Humildad, virtud preciosa que una alma piadosa, debe conseguir.
Humildad, fuente de alegría que día a día hay que perseguir.
Vivir con humildad, es vivir ¡camino a la santidad!
Alba Bellido Durán |