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La Biblia meditada - 27. página

10 Biblia y meditación.

Aarón, intérprete de Moisés

Éxodo 4, 10-17

10 Moisés dijo al Señor: «Perdóname, Señor, pero yo nunca he sido una persona elocuente: ni antes, ni a partir del momento en que tú me hablaste. Yo soy torpe para hablar y me expreso con dificultad».
11 El Señor le respondió: «¿Quién dio al hombre una boca? ¿Y
quién hace al hombre mudo o sordo, capaz de ver o ciego? ¿No soy yo, el Señor?
12 Ahora ve: yo te asistiré siempre que hables y te indicaré lo que debes decir».
13 Pero Moisés insistió: «Perdóname, Señor, encomienda a otro esta misión».
14 El Señor se enojó con Moisés y exclamó: «¿Acaso no tienes a tu hermano Aarón, el levita? Yo sé que él tiene facilidad de palabra. Ahora justamente viene a tu encuentro, y al verte se llenará de alegría.
15 Tú le hablarás y harás que sea tu portavoz. Yo los asistiré siempre que ustedes hablen, y les indicaré lo que deben hacer.
16 El hablará al pueblo en tu nombre; será tu portavoz y tú serás un Dios para él.
17 Lleva también en tu mano este bastón, porque con él realizarás los prodigios».

Meditación:

Aarón, intérprete de Moisés

Como puedes ver, Dios cede ante Moisés. Aquí tienen que callar todos los que dicen que Dios no escucha y que no atiende a razones, porque hemos oído que atendió a las razones de Moisés, aún siendo Dios, y que podía darle el habla perfecta, si Moisés lo hubiera pedido; es más, no es que se lo insinuara, se lo dijo, le dijo que Él era el que daba la boca y todo al hombre, pero, ¿habrá muchos que como Moisés le hayan desbaratado sus planes, aunque sean en cosas, que diríamos que no son pecado mortal? Me temo que sí, porque Dios atiende a sus Profetas, Dios escucha a sus santos, y hay santos que han pedido cada cosa, cosas que otros santos no hubieran pedido. Y Dios cede, “cambia de planes”, aunque por ser Dios, lo sabe todo, y ya Aarón estaba en marcha al encuentro de Moisés; entonces vemos que Moisés no quería hablar, y vemos que Dios quería que Moisés hablara, y vemos que Dios había dado la facilidad de habla al hermano de Moisés, Aarón. Medita todo esto y amarás mucho más a Dios, y no sólo esto, sino que cuando leas vidas de santos, no juzgarás a Dios, porque sabes que Dios se deja ganar, pero Dios gana siempre.

P. Jesús

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11 Biblia y meditación.

El regreso de Moisés a Egipto

Éxodo 4, 18-23

18 Luego Moisés se alejó de allí y al regresar a la casa de Jetró, su suegro, le dijo: «Permíteme volver a Egipto, donde están mis hermanos. Quiero ver si viven todavía». Jetró le respondió: «Puedes ir en paz».
19 El Señor dijo a Moisés en Madián: «Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que querían matarte».
20 Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los hizo montar en un asno, y emprendió el camino de regreso a Egipto. En su mano llevaba el bastón de Dios.
21 El Señor le dijo: «Mientras regresas a Egipto, considera todos los prodigios que yo te di el poder de realizar: tú los harás delante del Faraón. Pero yo voy a endurecer el corazón del Faraón, y él no dejará salir al pueblo.
22 Entonces tú le dirás: Así habla el Señor: «Israel es mi hijo primogénito.
23 Yo te he dicho que dejes partir a mi pueblo, para que me rinda culto. Pero ya que te niegas a hacerlo, castigaré con la muerte a tu hijo primogénito».

Meditación:

El regreso de Moisés a Egipto

Como dije en la meditación anterior, Dios lo sabe todo, y aquí, las Escrituras nos lo demuestran de nuevo, porque Él había dado poder a Moisés de hacer prodigios, que debía de llevar a cabo ante el Faraón, y Dios le avisa de que el Faraón endurecerá su corazón ante los prodigios que el mismo Dios otorgaba a Moisés.

Pero quiero, en esta meditación, quiero hablar sobre el comentario bíblico que dice lo siguiente: “El Señor dijo a Moisés en Madián: «Regresa a Egipto, porque ya han muerto todos los que querían matarte».” Moisés se escapó de la muerte; el Niño Dios que nació en Belén, Jesús, se escapó de la muerte; ambos huyendo, uno lejos de Egipto y el otro hacia Egipto. Cuando persigan tu vida, tu alma, ¡¡Huye!!; tú, no peques, huye antes de pecar, y pasará el tiempo y morirán los que perseguían tu vida, y podrás regresar, pero no hagas mal, haz siempre el bien. Aunque es cierto, Moisés mató a un hombre, hizo el mal, defendiendo al débil. Y Dios hizo de él un Profeta; ¿cómo se entiende todo esto?; Dios, y sólo Dios, lo sabe.

 P. Jesús

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12 Biblia y meditación.

La circuncisión del hijo de Moisés

Éxodo 4, 24-26

24 Cuando hizo un alto en el camino para pasar la noche, el Señor lo atacó e intentó matarlo.
25 Pero Sipora tomó un cuchillo de piedra, cortó el prepucio de su hijo, y con él tocó los pies de Moisés diciendo: «Tú eres para mí un esposo de sangre».
26 Y el Señor se apartó de él. Ella había dicho: «esposo de sangre», a causa de la circuncisión.

Meditación:

La circuncisión del hijo de Moisés

Estando de camino Moisés, de regreso a Egipto, y junto con él su esposa y sus hijos, Moisés recordaba y meditaba las palabras que Yahvé le había dicho y todo lo que le había pedido. Vimos que Moisés era un hombre débil en la fe, no creyó que Dios pudiera darle el don de la palabra, pero aunque era débil en la fe, y eso no quiere decir que no tuviera fe, sino lo que he dicho, que era débil en la fe, sabía cumplir con su deber, cumplía con su deber, y sabemos que es así porque no decepcionó a su suegro Jetró, sino que recibió la bendición de éste antes de ponerse en camino. Las preocupaciones, todos sus pensamientos que guardaba, todas sus dudas, lo pusieron enfermo de tal modo que se temía por su vida, y el escriba dijo: “Cuando hizo un alto en el camino para pasar la noche, el Señor lo atacó e intentó matarlo.” La gente, antes, en aquellos tiempos, tenía muy claro que la muerte, cuando llega es que Dios le ha dado el permiso, por eso leemos éstas palabras que ya os he escrito en este texto sobre el que Dios le atacó, que podría ser una enfermedad, podría ser que Moisés enfermara y dijeran que Dios lo atacó, y seguidamente dijeron que Dios intentó matarle, porque la enfermedad debía ser una enfermedad mortal. De tal manera estaba preocupada su esposa Sipora, viendo el estado en que estaba su esposo Moisés, que decidió practicar en su hijo varón el pacto que Dios hizo con su pueblo a través de Abraham, la circuncisión, y ella circuncidó a su hijo para que su esposo viviera, por amor, como tenía que ser toda circuncisión que se hacía a los hijos varones.

También este acto de Sipora, libre y voluntario, la unió junto a su esposo al Pueblo de Dios; ella demostraba que si su esposo era Profeta de Dios, que lo era, ella y sus hijos también se rendían a Dios, a su voluntad. Haciendo este acto físico de la circuncisión, dejaba las cosas claras, y se unía el matrimonio, en un matrimonio ante Dios.

 P. Jesús

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13 Biblia y meditación.

El encuentro de Moisés con Aarón

Éxodo 4, 27-31

27 Mientras tanto, el Señor había dicho a Aarón: «Ve al desierto para encontrarte con Moisés». Aarón partió, y cuando lo encontró en la montaña de Dios, lo besó.
28 Moisés lo informó acerca de la misión que el Señor le había confiado, y de todos los prodigios que le había mandado realizar.
29 Después fueron los dos juntos y reunieron a todos los ancianos de los israelitas.
30 Aarón les expuso las palabras que el Señor había dicho a Moisés, y este realizó los prodigios a la vista del pueblo.
31 El pueblo creyó; y cuando oyeron que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su opresión, se postraron en señal de adoración.

Meditación:

El encuentro de Moisés con Aarón

Los israelitas querían saber quién era Moisés, y recordaron que era el hombre que para defender a un israelita, mató a un egipcio, y esto les convenció de que era de los suyos; ¿tenía que haber matado Moisés a un Egipcio, para que años más tarde el pueblo de Israel confiara en él?; el corazón de la persona no es como el corazón de Dios, en el corazón de Dios hay amor, en el corazón de la persona hay sufrimiento y dolor.

Por eso, los sacerdotes israelitas creyeron en Aarón y en Moisés, por el pasado de Moisés y por los prodigios que Dios le había dado el poder de hacer. No se pone en camino todo un pueblo, si no hay fe.

Dios lo sabe todo y permite cosas en cada historia humana, en cada hombre, y los Profetas han sufrido mucho, también por sus pecados.

 P. Jesús

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14 Biblia y meditación.

La primera entrevista de Moisés con el Faraón

Éxodo 5, 1-5

1 Inmediatamente, Moisés y Aarón fueron a decir al Faraón: «Así habla el Señor, el Dios de Israel: Deja partir a mi pueblo, para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor».
2 Pero el Faraón respondió: «¿Y quien es el Señor para que yo le obedezca dejando partir a Israel? Yo no conozco al Señor y no dejaré partir a Israel».
3 Ellos dijeron: «El Dios de los hebreos vino a nuestro encuentro, y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios. De lo contrario él nos castigará con la peste o la espada».
4 El rey de Egipto les respondió: «¿Por qué ustedes, Moisés y Aarón, se empeñan en apartar al pueblo de sus tareas? Vuelvan al trabajo que les ha sido impuesto».
5 El pensaba así: «Ellos son ahora más numerosos que los nativos del país, ¿y todavía debo tolerarles que interrumpan sus trabajos?».

Meditación:

La primera entrevista de Moisés con el Faraón

Vemos en este episodio descrito en la Sagrada Biblia, vemos que el faraón, como los egipcios, tenían sometidos a los israelitas, aún siendo más numerosos que ellos. Parece increíble que un ser humano se sienta dueño de otro ser humano, pero así era, y así a veces sigue siendo en estos tiempos. Dios no quiere esto, y menos con su Pueblo, por eso eligió a Moisés y le dio una Misión, la de librar a su Pueblo de la esclavitud de los egipcios. ¿No es maravilloso el amor de Dios a su Pueblo? Ahora su Pueblo, el Pueblo de Dios, son los que siguieron a su Hijo Jesucristo, que vino a dar la libertad a todos los que quieran amar a Dios sobre todas las cosas y personas, a todos los que quieran servirle, honrarle y glorificarle. El bautismo cristiano, une a todos los bautizados en un solo Pueblo, el Pueblo, cuyo destino eterno es el Reino de los Cielos.

 P. Jesús

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