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Montserrat Bellido Durán - 16. página

Tiempo de Dios

Tiempo de Dios

Dios nunca pierde el tiempo, aunque a ti te dé la sensación de que Dios te ha dejado de lado y no se acuerda de ti. Yo te aseguro que eso está dentro de sus planes. Todo lo tenía pensado desde antes de que nacieras, exististe en la mente de Dios antes de que creara la tierra. Sí, Dios pensó en ti y marcó en el tiempo de la vida del mundo una señal, un círculo y dijo:

“En este tiempo vas a nacer tú, amado/a mío/a. Este será tu tiempo, el tiempo que te doy para que con él me des gloria. Te amo hijo/a mío/a, te amo tanto que quiero darte la vida y te la doy en este tiempo en el que te hago nacer a través del amor de tus padres, en este lugar determinado donde vives, en estas circunstancias; porque así haré de tu tiempo de vida un instrumento de mi amor”.

Sí, será Dios quien nos llenará completamente cuando dejemos que nos abrase su amor entero ¿Cuánto tiempo? Toda la vida, todo nuestro tiempo. Nosotros sólo debemos darle nuestra vida, nuestro tiempo, pero de verdad… y Él hará las maravillas que quiere hacer con nosotros utilizándonos como instrumentos.

¿Cuándo es tiempo de Dios?

Ahora, ya, hoy, mañana y siempre. Siempre es tiempo de Dios, tiempo de apostolado, de evangelización, de santidad, de AMOR.

No pierdas el tiempo enganchándote a las modas mundanas. Engánchate a la moda más moderna y guay de todas, la de Dios. Sí, la más moderna, porque Él pertenece a la época más reciente y a la más antigua a la vez, Él lo es todo, es el infinito. Sólo Él basta.

Dale a Dios tu tiempo, haz que Dios sea tu tiempo, fúndete con su amor, ríe con Él, llora con Él, sueña con Él, habla con Él, Piensa con Él, trabaja con Él, desea con Él.

Vive con Dios, vive pensando qué quiere de ti, cómo hacerlo feliz.

Vive sólo por Él, así morirás en el mundo para vivir por siempre en la tierra de Dios, tu patria: El Cielo.

¿Qué importa que seas pequeño? Dios te ama y eso te llena.

¿Qué importa que la vida intente aplastarte? Si estás con Dios TODO lo puedes.

¿Qué importa que te dañen? Jesús sufrió más que nadie por ti, sufre con Él y Dios por tu dolor ofrecido dará vida a lo que parece que es muerte de esperanza.

Engánchate a Dios, empápate de su amor… ¿Cómo? Haciendo una buena confesión, comulgando y dejando que Él, Jesucristo, Dios Verdadero, venga en persona a ti y te abrace, siéntelo, vívelo, dale todo tu tiempo.

¿Qué es una vida sino un tiempo de prueba?

¿Qué es la vida Eterna sino lo infinito?

Dale tu tiempo de prueba y Él te dará lo infinito, Todo: EL AMOR= la Santidad= la Perfección= la Felicidad.

Piensa primero en Él y luego vive tu tiempo, que es tiempo de Dios.

Haz de tu tiempo, tiempo de santidad para la gloria de Dios.

Haz de tu tiempo tiempo de Dios.

Montserrat Bellido Durán

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Construir

Construir

La historia de la vida ha llegado en un punto en el que abunda el deseo de destrucción de la persona, por parte de quien se cree fuerte y poderoso. Primero bombardean la mente dando información errónea y falsa, y si la persona no tiene un criterio formado y basado en la fe católica, difícilmente evitará que destruyan su propia identidad, haciéndole olvidar que es Hijo-a e Dios, y que como tal se merece un respeto.

Es deber de cada uno el irnos construyendo, edificando en nosotros una personalidad sana, pura, honrada, trabajadora, virtuosa y enamorada de Dios.

Muchas veces el fallo está en querer “apoyarse” en otra-s persona-s, pero es en Dios en quien hay que apoyarse, sabiendo que las personas somos todas imperfectas, y que por ello debemos ayudarnos a ser santos, con la paciencia que nace de la caridad de saber que somos seres imperfectos que buscamos alcanzar la perfección en, por y con Dios. Pero es en Dios donde debemos apoyarnos, es en el amor de Dios donde el alma encuentra la fuerza para seguir adelante con la fe.

Poner a Dios en primer lugar dentro de tu corazón es lo mejor que puedes hacer para tu bien y el bien ajeno, es más: es el secreto de la felicidad. Ya que tu alma viene de Dios y sólo cuando está en Dios sacia esta sed de felicidad que siente.

No dejes que te destruyan, al contrario, construye tú, empezando por ti, reza mucho y mortifícate haciendo bien las cosas de cada día. Después seguirás construyendo con tu ejemplo viviente.

Tal como dice San Agustín “Ama y haz lo que quieras”, el amor construye y dignifica.

Ama a Dios, déjate amar por Él, y sabrás  amar a los demás.

Montserrat Bellido Durán

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La vida

La vida

Son pocas las personas que viven con la convicción de que podrán conseguir en esta vida cualquier cosa que se propongan con la ayuda de Dios, claro está que ha de ser algo bueno y que dé gloria a Dios.

Cuando uno asimila la idea de que es hijo de Dios y que por lo tanto Dios es su padre, se da cuenta de que teniendo a Dios a su lado, nada le faltará en esta vida; algo se sufrirá sí, porque desde que existe el pecado, el dolor está en el mundo, pero aún así, el que va de la mano de Santa María hacia Dios, puede conseguir cualquier cosa buena que se proponga, aunque tarde tiempo en conseguirla, si trabaja en ello, pone empeño y tiene paciencia, sí o sí, tiene el éxito asegurado. Porque Dios nos pide que dominemos la tierra, él quiere que las personas prosperemos espiritual y económicamente, para poder ayudar a otras personas y hacer un mundo bueno.

Es deber de todo ser humano el querer perfeccionarse y hacer una obra maestra de su vida, porque nuestra vida pertenece a Dios, y no podemos darle una chapuza, debemos hacer lo posible y lo imposible con la ayuda de la oración, para que Dios esté contento de nuestra vida.

Tú puedes mejorar tu vida y debes hacerlo ¿Cómo? Viviendo en gracia de Dios. Sé todo tú de Dios, y ya verás que alto volarás. Porque NADA es imposible para Dios, recuérdalo “NADA”, así que sé feliz de saberte amado por Dios, y hazle feliz tú a Él. Que Dios no tenga que llorar por ti, hazle reír.

Confía en Dios, Él es el Creador de la vida, puede hacer en esta vida lo que le dé la gana, y todo lo hace para bien.

Vive feliz, Dios te ama.

Montserrat Bellido Durán

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No hay que tener miedo

No hay que tener miedo

En la vida, es frecuente encontrarse con tribulaciones y desgracias, pero no hay que tener miedo, Dios nunca nos suelta de la mano, no hay porqué desesperarse, que eso es lo que quiere el demonio, desesperarnos… para que nos paralicemos y no avancemos en nuestro camino de perfección unidos a Dios por vivir en su gracia.

La Virgen María nunca desesperó, Ella dijo “Sí” a Dios y siguió adelante sin dudar. Guardaba en su corazón y meditaba todo lo que le ocurría, pero nunca dio marcha atrás, Ella siempre vivió confiada en Dios, le conocía bien, porque sabía amarle y notaba en Ella el inmenso amor de Dios. No hay nada que dé más confianza que el amor de Dios, y más cuando es correspondido por nuestra parte.

Es la confianza en Dios lo que no debes perder sino aumentar. Es el amor a Dios lo que nos deja ver el sentido de la vida. El miedo es para los cobardes, tú eres hijo-a de Dios, debes ser valiente como San José, una de las personas más valientes que ha pisado la tierra. Y ¿Por qué era tan valiente San José? Porque le podía más su fe y amor a Dios que el miedo. Él tampoco tiró la toalla en los malos momentos, por eso se avenía con Santa María; porque ambos miraban hacia el mismo horizonte, ambos amaban a Dios más que a nada en el mundo, y eso es lo que les importaba a ellos: SERVIR A DIOS CON SU PROPIA VIDA AMÁNDOLE, los dos compartían el mismo amor y la misma fe por Dios y ¿Qué y quién puede contra alguien así? Nada ni nadie, ni la peor desgracia, ni el miedo más grande, ni la persona más malvada. Porque cuando tu alma es de Dios, suya es y no tuya. Por eso no tienen miedo los santos, porque están con Dios.

Amigo-a, deja crecer tu fe y amor a Dios, ¿Cómo? Hablándole. Háblale a Dios, Él ya sabe quién eres y cómo te llamas, te conoce desde que empezaste a existir, porque tu alma nació de su amor.

Venga, ve y salúdale: Link al Santísimo en Directo las 24 h del día

Dios te ha hecho libre.

Montserrat Bellido Durán

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Únete a la Virgen María

Únete a la Virgen María

Quien está unido a la Virgen María no vive en vano y no pierde nunca la fe, porque es por la fe de María, que dijo «sí»; que tú ahora puedes tener fe en este Dios que te ama con locura y que desea que recuerdes cuánto te ama.

Si le das tu corazón a María, Ella lo guardará en un lugar seguro, allí donde nacen los valientes, porque Ella es una mujer valiente, una mujer que siempre dio la cara y vivió por y para Dios. Ella te contagiará sus virtudes, porque cuando se está cerca de una rosa tan bella como Ella, su aroma se te impregna.

Quien es de María, tiene una sencillez, una sabiduría y una alegría especial, su rostro desprende una serenidad que da confianza.

Sé de la Virgen María y Ella te llevará a Dios.

Montserrat Bellido Durán

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