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Génesis - 20. página

LA BIBLIA MEDITADA por el P. Jesús

96 Biblia y meditación

La Biblia
Los sueños del Faraón
Génesis 41, 1-13

1 Dos años después, el Faraón tuvo un sueño: él estaba de pie junto al Nilo,
2 cuando de pronto subieron del río siete vacas hermosas y robustas, que se pusieron a pastar entre los juncos.
3 Detrás de ella subieron otras siete vacas feas y escuálidas, que se pararon al lado de las primeras;
4 y las vacas feas y escuálidas se comieron a las siete vacas hermosas y robustas. En seguida el Faraón se despertó.
5 Luego volvió a dormirse y tuvo otro sueño: siete espigas grandes y lozanas salían de un mismo tallo.
6 Pero inmediatamente después brotaron otras siete espigas, delgadas y quemadas por el viento del este;
7 y las espigas delgadas devoraron a las siete espigas grandes y cargadas de granos. Cuando se despertó, el Faraón se dio cuenta de que había estado soñando.
8 A la mañana siguiente, el Faraón se sintió muy preocupado y mandó llamar a todos los magos y sabios de Egipto, para contarles sus sueños. Pero nadie se los pudo interpretar.
9 Entonces el copero mayor se dirigió al Faraón y le dijo: «Ahora reconozco mi negligencia.
10 En cierta oportunidad, el Faraón se irritó contra sus servidores, y me puso bajo custodia, junto con el panadero mayor, en la casa del capitán de guardias.
11 El y yo tuvimos un sueño en el transcurso de una misma noche, cada sueño con su propio significado.
12 Con nosotros estaba un joven hebreo, un servidor del capitán de guardias; nosotros le contamos nuestros sueños, y él los interpretó, dando a cada uno su explicación.
13 Y todo sucedió como él lo había interpretado: yo fui restituido a mi cargo, mientras que el otro fue ahorcado».

Meditación:

Los sueños del Faraón

Créetelo, todo y teniendo José la bendición del Señor, pasó más de dos años en la cárcel; tú hace mucho que estás sufriendo este calvario, esta maldición de los envidiosos de tus hermanos, que posiblemente han contagiado a alguno de tus hijos, y ellos, como los otros, te han maldecido por tu bondad, por tu carácter pacífico, por tu fe; ¡bendito seas!, pero te encuentras ya con años de sufrimiento y aguantando el olvido de los que ayudaste en tu caridad, pero, ¡no te preocupes!, porque volverá Dios su rostro a ti, y se cumplirá tu destino dentro de la historia, esa misión más grande que tú, que estás llevando a cabo y que te tiene pensando como José: ¿por qué no me aman los que amo tanto?… Y sigamos con la historia, sigamos leyendo la sagrada Biblia y veremos como todo acontecimiento malo tiene un porqué bueno, con el tiempo, con los años. Pero tú, como José, sigue puro y fiel a tu castidad, a la pureza en tu matrimonio, si eres casado, y la pureza matrimonial se vive no haciendo nada que no sea natural, como no son naturales todas esas aberraciones que antes sólo las hacían algunas prostitutas pagando, pero ahora se ha puesto de moda que la mujer propia sea una puta, y sin cobrar nada, sólo el desprecio, porque si no hay dignidad en las relaciones matrimoniales, que son relaciones sexuales, porque sólo en el matrimonio es válido y bueno y deseable practicar el acto sexual, por ser la acción propia de tal estado matrimonial, entonces, si no se hacen las cosas como tienen que ser: para procrear, si Dios quiere, entonces, si no eres puro-a, no eres un José, y la maldición que te hicieron no se irá hasta que seas bueno y puro de verdad, hasta que vivas en Gracia de Dios. Ahora hay todas las ventajas por ese gran amor de Cristo que entregó su vida para salvarte, sí, a ti.

P. Jesús

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97 Biblia y meditación

La Biblia
La interpretación de los sueños del Faraón
Génesis 41, 14-36

14 El Faraón mandó llamar a José, que sin pérdida de tiempo fue sacado de la prisión. Este se afeitó, se cambió de ropa y compareció ante el Faraón.
15 El Faraón dijo a José: «He tenido un sueño que nadie puede interpretar. Pero me han informado que te basta oír un sueño para interpretarlo». 
16 José respondió al Faraón: «No soy yo, sino Dios, el que dará al Faraón la respuesta conveniente».
17 Entonces el Faraón dijo a José: «Soñé que estaba parado a orilla del Nilo,
18 y de pronto subían del río siete vacas robustas y hermosas, que se pusieron a pastar entre los juncos.
19 Detrás de ellas subieron otras siete vacas, escuálidas, de aspecto horrible y esqueléticas, como nunca había visto en todo el territorio de Egipto.
20 Y las vacas escuálidas y feas devoraron a las otras siete vacas robustas.
21 Pero una vez que las comieron, nadie hubiera dicho que las tenían en su vientre, porque seguían tan horribles como antes. En seguida me desperté.
22 En el otro sueño, vi siete espigas hermosas y cargadas de granos, que brotaban de un mismo tallo.
23 Después de ellas brotaron otras siete espigas, marchitas, delgadas y quemadas por el viento del este,
24 que devoraron a las siete espigas hermosas. Yo he contado todo esto a los adivinos, pero ninguno me ha dado una explicación».
25 José dijo al Faraón: «El Faraón ha soñado una sola cosa, y así Dios le ha anunciado lo que está a punto de realizar.
26 Las siete vacas hermosas y las siete espigas lozanas representan siete años. Los dos sueños se tratan de lo mismo.
27 Y las siete vacas escuálidas y feas que subieron después de ellas son siete años, lo mismo que las siete espigas sin grano y quemadas por el viento del este. Estos serán siete años de hambre.
28 Es como lo acabo de decir al Faraón: Dios ha querido mostrarle lo que está a punto de realizar.
29 En los próximos siete años habrá en todo Egipto una gran abundancia.
30 Pero inmediatamente después, sobrevendrán siete años de hambre, durante los cuales en Egipto no quedará ni el recuerdo de aquella abundancia, porque el hambre asolará al país.
31 Entonces nadie sabrá lo que es la abundancia, a causa del hambre, que será muy intensa.
32 El hecho de que el Faraón haya tenido dos veces el mismo sueño, significa que este asunto ya está resuelto de parte de Dios y que él lo va a ejecutar de inmediato.
33 Por eso, es necesario que el Faraón busque un hombre prudente y sabio, y lo ponga al frente de todo Egipto.
34 Además, el Faraón deberá establecer inspectores en todo el país y exigir a los egipcios la quinta parte de las cosechas durante los siete años de abundancia.
35 Ellos reunirán los víveres que se cosechen en estos próximos siete años de prosperidad, y almacenarán el grano bajo la supervisión del Faraón, para tenerlo guardado en las ciudades.
36 Así el país tendrá una reserva de alimentos para los siete años de hambre que vendrán sobre Egipto, y no morirá de inanición.

Meditación:

La interpretación de los sueños del Faraón

La buena fama de los dones que Dios le había dado a José, llegó a oídos del Faraón, y los que habían olvidado a José, le recordaron, para hacer un buen servicio al Faraón. Y así fue.

José, en la cárcel, siguiendo con su monótona y triste vida humana, de pronto se halló vestido de gala y ante el Faraón, que le trató con la deferencia de reconocer en él a un hombre de Dios.

José fue humilde, dijo la verdad de que sería Dios quien daría la respuesta al Faraón y no él. Por eso Dios eligió a José para ser su instrumento, por su humildad y fidelidad a la verdad.

Y escuchó José, puso atención al sueño del Faraón, y después habló con la sabiduría de Dios, con lo que Dios mismo le reveló del sueño que había tenido el Faraón.

Y no sólo le reveló el sueño, sino que le dio las instrucciones, de parte de Dios, para solucionar el gran problema que se les avecinaba dentro de siete años.

Dios sabía que vendrían tiempos de abundancia, y sabía que vendrían tiempos de escasez, y lo puso en conocimiento del Faraón a través de los sueños de él, porque Dios es bueno y ama a la gente, aun cuando muchos, tantas veces, dicen que Dios los ha abandonado; y podría ser, que lo que ocurre es que no hacen caso a los avisos de Dios, y Dios avisa diciendo a todos que cumplan con los diez mandamientos de su Ley, pero, ¿cuántos lo hacen?… ¿Lo haces tú?… di.

P. Jesús

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98 Biblia y meditación

La Biblia
La designación de José como primer ministro
Génesis 41, 37-49

37 La respuesta agradó al Faraón y a todos sus servidores.
38 Por eso el Faraón les dijo a estos: «¿Podemos encontrar otro hombre que tenga en igual medida el espíritu de Dios?».
39 Y dirigiéndose a José, le expresó: «Ya que Dios te ha hecho conocer todas estas cosas, no hay nadie que sea tan prudente y sabio como tú.
40 Por eso tú estarás al frente de mi palacio, y todo mi pueblo tendrá que acatar tus órdenes. Sólo por el trono real seré superior a ti».
41 Y el Faraón siguió diciendo a José: «Ahora mismo te pongo al frente de todo el territorio de Egipto».
42 En seguida se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir con ropa de lino fino y le colgó al cuello una cadena de oro.
43 Luego lo hizo subir a la mejor carroza después de la suya, e iban gritando delante de él: «¡Atención!» Así le dio autoridad sobre todo Egipto.
44 El Faraón dijo a José: «Yo soy el Faraón, pero nadie podrá mover una mano o un pie en todo el territorio de Egipto si tú no lo apruebas».
45 Luego impuso a José el nombre de Safnat Panéaj, y le dio por esposa a Asnat, la hija de Potifera, sacerdote de la ciudad de On. Y José fue a recorrer el país de Egipto.
46 Cuando se puso al servicio del Faraón, rey de Egipto, José tenía treinta años. José se alejó de la presencia del Faraón e hizo un recorrido por todo el territorio de Egipto.
47 Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo copiosamente,
48 y él reunió todos los víveres recogidos en esos siete años y los almacenó en las ciudades, depositando en cada una de las cosechas de los campos vecinos.
49 De esa manera, José acumuló una enorme cantidad de cereales, tanto como la arena del mar, hasta tal punto que dejó de llevar un control, porque superaba toda medida.

Meditación:

La designación de José como primer ministro

Sufrir con paciencia y resignación, esto hizo José, siempre acordándose de su Dios, Javeh, siempre orando y siendo puro y casto, por eso Dios lo puso encima de otros muchos, lo bendijo dándole el entendimiento de los sueños y con este don hizo mucho bien, como bien sabemos, y aquí, en la lectura de hoy, vemos como Dios le dio el premio de su constancia, el que todo lo que dijo al Faraón referente a su sueño, agradase y fuera valorado como lo que era, ¡un mensaje divino!, para que preparados de antemano, las gentes no murieran de hambre, cuando pasados los siete años de abundancia, llegasen los siete años de escasez. Y, agradecido el Faraón por el aviso de Dios, que le dio en sueños, y José interpretó, llevó el Faraón a José al alto cargo, después de él, y lo presentó ante el pueblo y le dio mujer por esposa. Toda su vida cambió, por el sueño del Faraón que necesitó de su interpretación. Así ocurre con las oportunidades de los hombres, ¡de ti!, que si eres puro y casto, fiel a Dios, aún ante las grandes o pequeñas contrariedades de tu vida, Dios te dará grandes alegrías, si resistes con paciencia, humildad, esperanza y caridad, tus malos tiempos; porque Dios puede hacer distintos tus días, completamente diferentes, cuando Él quiere y si te conviene. Ten fe, y ¡vive!

P. Jesús

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99 Biblia y meditación

La Biblia
Los hijos de José
Génesis 41, 50-57

50 Antes que comenzaran los años de hambre, José tuvo dos hijos, que le dio Asnat, la hija de Potifera, el sacerdote de On.
51 Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios me ha hecho olvidar por completo mis penas y mi casa paterna».
52 Y al segundo le puso el nombre de Efraím, diciendo: «Dios me ha hecho fecundo en la tierra de mi aflicción».
53 Entonces terminaron los años en que Egipto gozó de abundancia, 
54 y comenzaron los siete años de hambre, como José lo había anticipado. En todos los países se sufría hambre, pero en Egipto había alimentos.
55 Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: «Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga».
56 Como el hambre se había extendido por todo el país, José abrió los graneros y distribuyó raciones a los egipcios, ya que el hambre se hacía cada vez más intensa.
57 Y de todas partes iban a Egipto a comprar cereales a José, porque el hambre asolaba toda la tierra.

Meditación:

Los hijos de José

Dios bendijo a José con la alegría de tener dos hijos, y los hijos hacen olvidar los agravios recibidos, porque son siempre una bendición de Dios.

José olvidó, con la alegría de su familia, el dolor que llevó impreso por tantos años, desde su tierna juventud, porque Dios es sabio y ama a los que le aman; sí, también ama a los que no le aman, eso lo sabemos todos, y lo supieron todos los que recibieron el grano cuando llegaron los siete años de escasez. Pero a los que Dios ama y es correspondido por ése, ¡por ti!, a ti, entonces, aunque como José sufras por muchos años y por tu familia, vendrán los felices tiempos de la justicia divina, que tiene su tiempo, pero siempre llega. Recordad que José ayudó a los que con él estuvieron en la cárcel, les esclareció sus sueños, y el que salió con bien de sus circunstancias, aunque dijo que se acordaría de él, de José, cuando estuviera libre, ¡no lo recordó!; pasaron dos años, y otro en su lugar dudaría de la palabra que le dieron, y algunos maldecirían, ¡y eso es malo y hace mal!, pero José, no maldijo, sino que siguió sufriendo y esperando de Dios la ayuda que llegó, y ¡fue algo espectacular!

Por eso te pido que tengas paciencia y tengas bondad, que no maldigas a nadie, ni te enfades con nadie que te dijo que te iba a ayudar y luego se olvidó de ti. Recuerda que Dios nunca te olvida, y si tú perseveras, en el momento mejor, se acordarán de ti, porque Dios toca los corazones y las mentes de quien haga falta para que tú dejes de sufrir cuando no puedes más. Mientras no te llegue la ayuda de Dios, si es que eres bueno y fiel, es que aún no ha llegado tu momento, pero llegará. Pero si abandonas a Dios, si te das al pecado, todo se retrasará, todo se postergará hasta que no vuelvas a pedir perdón en la confesión, y humilde y humillado continúes tu vida sin pecados; y una vez comprobado Dios, que tienes un corazón humilde y bondadoso, entonces llegará tu momento, el momento en que recibirás de Dios, por los hombres, su justicia, para disfrutar de la vida y seguir haciendo el bien, como bien veremos que así hizo José. Sigamos leyendo.

P. Jesús

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100 Biblia y meditación

La Biblia
El primer viaje de los hermanos de José a Egipto
Génesis 42, 1-5

1 Cuando Jacob se enteró de que en Egipto vendían cereales, preguntó a sus hijos: «¿Por qué se quedan ahí, mirándose unos a otros?».
2 Luego añadió: «He oído que en Egipto venden cereales. Vayan allí y compren algo para nosotros. Así podremos sobrevivir y no moriremos».
3 Entonces, diez de los hermanos de José bajaron a Egipto para abastecerse de cereales;
4 pero Jacob no dejó que Benjamín, el hermano de José fuera con ellos, por temor a que le sucediera una desgracia.
5 Así llegaron los hijos de Israel en medio de otra gente que también iba a procurarse víveres, porque en Canaán se pasaba hambre.

Meditación:

El primer viaje de los hermanos de José a Egipto

José, hacía más de siete años que era libre, que vivía libre y era rico, pero no fue a visitar a su padre, aún cuando sabía que su padre lo amaba, pero también tenía miedo de sus hermanos que intentaron matarle, que lo encerraron en el pozo… ya sabéis la historia. Y ahora tenía una hermosa familia y no quería exponerse a perder su vida, además sabía que Dios confiaba en él para los días de la escasez, para que diera a todos de comer, siendo justo y bueno con quienes necesitaban del grano para no morir de hambre; así que los designios de Dios pasaban delante de su propia necesidad de ir a los brazos de su padre; y con el temor de sus malos hermanos, Dios lo utilizó, porque Dios lo utiliza todo, para que ocupara su puesto al lado del Faraón. Y la historia continuó, sigamos leyendo, pero te digo que tú en tu vida, cumplas siempre con tu deber, haciendo siempre el bien a todos, aun cuando tengas ganas de ir a los brazos de la persona amada; primero hay que cumplir con el deber; y verás que cuando uno es fiel a él, Dios permite las circunstancias mejores para reconciliarte con tus malhechores. Vive y espera, y mientras sé bueno y cumple con tu deber, ¡por Dios!, todo hazlo por Dios. Y la vida te dará muchas y agradables sorpresas, más que si tú planearas venganzas o fueras en busca del amor dejando de lado tu deber, como puede ser el honrar a tu padre y a tu madre. La ley de Dios es válida para siempre.

P. Jesús

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