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Génesis - 6. página

LA BIBLIA MEDITADA por el P. Jesús

25 Biblia y meditación

La Biblia
El nacimiento de Ismael
Génesis 16, 1-16

Capítulo 16

1 Sarai, la esposa de Abram, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar.
2 Sarai dijo a Abram: «Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos». Y Abram accedió al deseo de Sarai.
3 Ya hacía diez años que Abram vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia.
4 El se unió con Agar, y ella concibió un hijo. Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña.
5 Entonces Sarai dijo a Abram: «Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que estaba embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío».
6 Abram respondió a Sarai: «Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca». Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.
7 El Angel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial –la fuente que está en el camino a Sur– 
8 y le preguntó: «Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?». «Estoy huyendo de Sarai, mi dueña», le respondió ella.
9 Pero el Angel del Señor le dijo: «Vuelve con tu dueña y permanece sometida a ella».
10 Luego añadió: «Yo multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos».
11 Y el Angel del Señor le siguió diciendo: «Tú has concebido y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción.
12 Más que un hombre, será un asno salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos».
13 Agar llamó al Señor, que le había hablado, con este nombre: «Tú eres El Roí, que significa «Dios se hace visible», porque ella dijo: «¿No he visto yo también a aquel que me ve?».
14 Por eso aquel pozo, que se encuentra entre Cades y Bered, se llamó Pozo de Lajai Roí, que significa «Pozo del Viviente que me ve».
15 Después Agar dio a Abram un hijo, y Abram lo llamó Ismael.
16 Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abram tenía ochenta y seis años.

Meditación:

El nacimiento de Ismael

La envidia de quien recibe favores, es la peor envidia porque, no sólo hace mal al que la padece, sino a la persona causante de tal envidia. Así fue como Agar, que envidiaba a su dueña Sarai, siendo por Sarai favorecida pudiendo dar un hijo al esposo de ella, después de ser concebido el hijo, se burlaba de la esposa estéril, y, humillada Sarai, pidió justicia a Abrám para ella y su dolor, después de pensar más en la generación de su esposo que en sí misma; y Abrám le dio permiso para hacer con Agar lo que considerara justo. Y Sarai humilló con la verdad a su exclava, haciéndole ver que, sin su favor, no tendría de qué despreciarla; y Agar, puesta ante la verdad, se llenó de humillación por su orgullo, y huyó de su presencia, de la verdad que se le mostraba, yendo al desierto; y allí, por la alianza entre Dios y Abrám, fue Agar visitada por un Angel de Dios, que la reconfortó en su humillación y le pidió volver y llamar a su hijo Ismael, sellando ya Dios, con la voz del Ángel, el temperamento de Ismael y su historia.

Cuando en una promesa de Dios hecha a un hombre, tienen que intervenir otras personas para su cumplimiento, si esas personas no están a la altura de los designios de Dios, aunque la promesa sigue, hay mucha aflicción en todas las personas que se implican en la historia para que la promesa de Dios se cumpla.

Dios cumple a pesar de todo y de muchos.

P. Jesús

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26 Biblia y meditación

La Biblia
La circuncisión, signo de la alianza
Génesis 17, 1-27

Capítulo 17

1 Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios Todopoderoso. Camina en mi presencia y sé irreprochable.
2 Yo haré una alianza contigo, y te daré una descendencia muy numerosa».
3 Abram cayó con el rostro en tierra, mientras Dios le seguía diciendo:
4 «Esta será mi alianza contigo: tú serás el padre de una multitud de naciones.
5 Y ya no te llamarás más Abram: en adelante tu nombre será Abraham, para indicar que yo te he constituido padre de una multitud de naciones.
6 Te haré extraordinariamente fecundo: de ti suscitaré naciones, y de ti nacerán reyes.
7 Estableceré mi alianza contigo y con tu descendencia a través de las generaciones. Mi alianza será una alianza eterna, y así yo seré tu Dios y el de tus descendientes.
8 Yo te daré en posesión perpetua, a ti y a tus descendientes, toda la tierra de Canaán, esa tierra donde ahora resides como extranjero, y yo seré su Dios».
9 Después, Dios dijo a Abraham: «Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones.
10 Y esta es mi alianza con ustedes, a la que permanecerán fieles tú y tus descendientes; todos los varones deberán ser circuncidados.
11 Circuncidarán la carne de su prepucio, y ese será el signo de mi alianza con ustedes.
12 Al cumplir ocho días, serán circuncidados todos los varones de cada generación, tanto los nacidos en la casa como los que hayan sido comprados a un extranjero, a alguien que no es de tu sangre.
13 Sí, tanto los nacidos en tu casa como los que hayan sido comprados, serán circuncidados. Así ustedes llevarán grabada en su carne la señal de mi alianza eterna.
14 Y el incircunciso, aquel a quien no se haya cortado la carne de su prepucio, será excluido de su familia, porque ha quebrantado mi alianza».
El anuncio del nacimiento de Isaac
15 También dijo Dios a Abraham: «A Sarai, tu esposa, no la llamarás más Sarai, sino que su nombre será Sara.
16 Yo la bendeciré y te daré un hijo nacido de ella, al que también bendeciré. De ella suscitaré naciones, y de ella nacerán reyes de pueblos».
17 Abraham cayó con el rostro en tierra, y se sonrió, pensando: «¿Se puede tener un hijo a los cien años? Y Sara, a los noventa, ¿podrá dar a luz?».
18 Entonces Abraham dijo a Dios: «Basta con que Ismael viva feliz bajo tu protección».
19 Pero Dios le respondió: «No, tu esposa Sara te dará un hijo, a quien pondrás el nombre de Isaac. Yo estableceré mi alianza con él y con su descendencia como una alianza eterna.
20 Sin embargo, también te escucharé en lo que respecta a Ismael: lo bendeciré, lo haré fecundo y le daré una descendencia muy numerosa; será padre de doce príncipes y haré de él una gran nación.
21 Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el hijo que Sara te dará el año próximo, para esta misma época».
22 Y cuando terminó de hablar, Dios se alejó de Abraham.
23 Entonces Abraham tomó a su hijo Ismael y a todos los demás varones que estaban a su servicio –tanto los que habían nacido en su casa como los que había comprado– y aquel mismo día les circuncidó la carne del prepucio, conforme a la orden que Dios le había dado.
24 Cuando fueron circuncidados, Abraham tenía noventa y nueve años,
25 y su hijo Ismael, trece.
26 Abraham e Ismael fueron circuncidados el mismo día;

27 y todos los varones de su servidumbre, los nacidos en su casa y los comprados a extranjeros, fueron circuncidados junto con él.

Meditación:

La circuncisión, signo de la alianza

La bendición de Dios es dar hijos. Y Dios da su bendición a Abraham y a Sara, y ellos reciben su bendición como alianza sagrada, por los méritos de Dios mismo en sus deseos de tener una Nación, nación de súbditos a su Ley, a la ley de Dios.

Han pasado los siglos y Dios no ha cambiado, porque Dios no cambia y sigue siendo siempre el mismo, y siempre su bendición es igual a todos sus hijos, sean de la generación que sean, fuere cual fuere su historia, Dios bendice siempre al hombre dándole hijos, y a la mujer la bendice como bendijo a Sara: dejando que fuera madre, madre de la generación de los que aman a Dios.

La Historia de los deseos de Dios sigue igual, porque jamás se ha leído en el libro Santo, la Sagrada Biblia, incluída enella los Evangelios, que Dios cambiara de opinión en cuanto dar su bendición dando hijos a los esposos que, casados bajo su Ley, le demuestran su fidelidad y quieren ser de Su Nación: del Reino de los Cielos.

P. Jesús

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27 Biblia y meditación

La Biblia
La visita del Señor a Abraham en Mamré
Génesis 18, 1-15

Capítulo 18

1 El Señor se apareció a Abraham junto al encinar de Mamré, mientras él estaba sentado a la entrada de su carpa, a la hora de más calor.

2 Alzando los ojos, divisó a tres hombres que estaban parados cerca de él. Apenas los vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la carpa y se inclinó hasta el suelo.

3 diciendo: «Señor mío, si quieres hacerme un favor, te ruego que no pases de largo delante de tu servidor.

4 Yo haré que les traigan un poco de agua. Lávense los pies y descansen a la sombra del árbol.

5 Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!». Ellos respondieron: «Está bien. Puedes hacer lo que dijiste».

6 Abraham fue rápidamente a la carpa donde estaba Sara y le dijo: «¡Pronto! Toma tres medidas de la mejor harina, amásalas y prepara unas tortas».

7 Después fue corriendo hasta el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo.

8 Luego tomó cuajada, leche y el ternero ya preparado, y se los sirvió. Mientras comían, él se quedó de pie al lado de ellos, debajo del árbol.

9 Ellos le preguntaron: «¿Dónde está Sara, tu mujer?». «Ahí en la carpa», les respondió.

10 Entonces uno de ellos le dijo: «Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo». Mientras tanto, Sara había estado escuchando a la entrada de la carpa, que estaba justo detrás de él.

11 Abraham y Sara eran ancianos de edad avanzada, y los períodos de Sara ya habían cesado.

12 Por eso, ella rió en su interior, pensando: «Con lo vieja que soy, ¿volveré a experimentar el placer? Además, ¡mi marido es tan viejo!».

13 Pero el Señor dijo a Abraham: «¿Por qué se ha reído Sara, pensando que no podrá dar a luz, siendo tan vieja?

14 ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo».

15 Ella tuvo miedo, y trató de engañarlo, diciendo: «No, no me he reído». Pero él le respondió: «Sí, te has reído».

Meditación:

La visita del Señor a Abraham en Mamré

El Señor visitó a Abraham y se dejó servir y cuidar por él, por Abraham, su siervo.

En su humildad, Abraham pidió al Señor que no pasara de largo, y el Señor se dejó servir por Abraham.

Tú, no dejes pasar de largo al Señor tu Dios, pídele que se quede en ti y se deje amar y servir por ti. Y tú ve a preparar lo mejor de ti, esfuérzate en hacer obras gratas a Dios, y Dios te premiará y, aunque tú pienses que es imposible el favor que va a hacerte, a darte, a regalarte, créetelo y no te rías pensando que es algo imposible lo que Dios quiere darte, porque irá contra la misma naturaleza pecadora que tienes, pero Dios puede hacerte santo en un año, puede hacer de ti lo que quiera si tu quieres servirle humildemente, si quieres que se quede en ti.

Tu relación de fe es de tú a tú con Dios, nadie puede quitarte la fe si tú la guardas con diálogos de oración con el Señor, Él te escuchara y tú sentirás sus bienes hablarte con la Providencia en tu vida.

Cuando un alma tiene un trato con Dios de humildad y servicio, Dios da dones y Gracias y regalos que pueden hacerte sonreír, pero al cabo de un año, ese regalo que quiere darte estará en tu regazo; porque nada es imposible para Dios.

P. Jesús

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28 Biblia y meditación

La Biblia
La intercesión de Abraham en favor de Sodoma
Génesis 18, 16-33

Capítulo 18

16 Después, los hombres salieron de allí y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham los acompañó para despedirlos.

17 Mientras tanto, el Señor pensaba: «¿Dejaré que Abraham ignore lo que ahora voy a realizar,

18 siendo así que él llegará a convertirse en una nación grande y poderosa, y que por él se bendecirán todas las naciones de la tierra?

19 Porque yo lo he elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él, que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de él».

20 Luego el Señor añadió: «El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave,

21 que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré».

22 Dos de esos hombres partieron de allí y se fueron hacia Sodoma, pero el Señor se quedó de pie frente a Abraham.

23 Entonces Abraham se le acercó y le dijo: «¿Así que vas a exterminar al justo junto con el culpable?

24 Tal vez haya en la ciudad cincuenta justos. ¿Y tú vas a arrasar ese lugar, en vez de perdonarlo por amor a los cincuenta justos que hay en él?

25 ¡Lejos de ti hacer semejante cosa! ¡Matar al justo juntamente con el culpable, haciendo que los dos corran la misma suerte! ¡Lejos de ti! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no va a hacer justicia?».

26 El Señor respondió: «Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos».

27 Entonces Abraham dijo: «Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor.

28 Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?». «No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco», respondió el Señor.

29 Pero Abraham volvió a insistir: «Quizá no sean más de cuarenta». Y el Señor respondió: «No lo haré por amor a esos cuarenta».

30 «Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta». Y el Señor respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta».

31 Abraham insistió: «Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más que veinte». «No la destruiré en atención a esos veinte», declaró el Señor.

32 «Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no se enoje si hablo por última vez. Quizá sean solamente diez». «En atención a esos diez, respondió, no la destruiré».

33 Apenas terminó de hablar con él, el Señor se fue, y Abraham regresó a su casa.

Meditación:

La intercesión de Abraham en favor de Sodoma

Todo es bondad en Dios el Altísimo, todo es justicia y más que justicia, su corazón está lleno a rebosar de misericordia. ¿Quién como el Señor? Nadie más que Dios es bueno, justo y clemente. Por eso tienes que dirigirte a Él, para dialogar con libertad de total expresión, porque Dios ama la libertad, es el dueño de la paz, y la paz reposa su frente en la buena y recta conciencia. Si tú fueras recto como lo es Dios, no dañarías a nadie por la iniquidad que recibes, sea de la misma persona a la que dañas, sea de otras. Dios no hace mal a nadie; Dios es Dios y dialoga con el hombre como lo hizo con Abraham, que intercedió a favor de Sodoma. Tú intercede a favor del mundo para que Dios no lo castigue por cinco que sean justos. Sé tú uno de estos cinco, y que los demás de tu casa lo sean también contigo. Enseña a los tuyos a amar al mundo.

No llores, porque Dios, por ti, puede hacer y hace maravillas si dialogas con Él como lo que es: tu Amigo fiel, tu Dios verdadero.

P. Jesús

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29 Biblia y meditación

La Biblia
La corrupción de Sodoma
Génesis 19, 1-11

Capítulo 19

1 Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer,, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo,

2 les dijo: «Les ruego, señores, que vengan a pasar la noche en casa de este servidor. Lávense los pies, y mañana bien temprano podrán seguir viaje». «No, le respondieron ellos, pasaremos la noche en la plaza».

3 Pero él les insistió tanto, que al fin se fueron con él y se hospedaron en su casa. Lot les preparó una comida, hizo cocinar galletas sin levadura, y ellos comieron.

4 Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, se agolparon alrededor de la casa. Estaba la población en pleno, sin excepción alguna, desde el más joven hasta el más viejo.

5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron: «¿Dónde están esos hombres que vinieron a tu casa esta noche? Tráelos afuera para que tengamos relaciones con ellos».

6 Lot se presentó ante ellos a la entrada de la casa, y cerrando la puerta detrás de sí,

7 dijo: «Amigos, les suplico que no cometan esa ruindad.

8 Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo».

9 Ellos le respondieron: «Apártate de ahí». Y añadieron: «Este individuo no es más que un inmigrante, y ahora se pone a juzgar. A ti te trataremos peor que a ellos». Luego se abalanzaron violentamente contra Lot, y se acercaron para derribar la puerta.

10 Pero los dos hombres, sacando los brazos, llevaron a Lot adentro y cerraron la puerta.

11 Y a todos los que estaban a la entrada de la casa, pequeños y grandes, los hirieron con una luz enceguecedora, de manera que no pudieron abrirse paso.

Meditación:

La corrupción de Sodoma

Las personas corruptas quieren corromper todo lo sano, todo lo puro; usan por usar, tienen placeres sexuales por usar, por mancillar, por corromper; para que todos sean corruptos. Es la ira del cuerpo que se desparrama en consumir, en poseer, en deshacer, en corromper, en destruir.

La maldad quiere, pide, exige hacer el mal; avasalla al bueno, a lo bueno, al bien, para hacer el mal.

Siempre ha sido y será igual; por eso hay que apartarse del malo, porque su tendencia es hacer el mal; y sin Dios, todo es malo, sólo el que vive en Gracia de Dios, por la influencia de la Gracia de Dios, es bueno y hace el bien sin mirar a quien.

Hablar con los malos, con los corruptos, como hizo Lot, ¿de que le sirvió? Si no hubiera sido por la virtud de los ángeles, lo habrían golpeado, y abusado de sus hijas vírgenes, e incluso de sus huéspedes, de no haber sido por estos Ángeles de Dios.

Dios no abandona al justo; Dios ayuda al justo por, y con sus Ángeles, cuando el justo le es necesario a Dios para que se vea su justicia.

A veces hay justos que mueren en manos de los malos; Dios lo permite porque Él, Dios, tiene una justicia superior, la de Su Reino Eterno. Dios sabe.

En este caso de la historia de la vida humana, del hombre, vemos cómo Dios acude en ayuda de Lot y su familia, porque Dios así lo tiene dispuesto todo, para que la historia sea historia y reflejo de la humanidad misma.

Los hombres de Sodoma, todos eran corruptos dice el Señor, menos Lot y su familia. ¿Cómo puede un bebé, un niño ser corrupto? Y el profeta dice que todos eran corruptos y por eso, todos, incluidos los bebés, desaparecen con la ciudad de Sodoma. ¿Fue injusto Dios en juzgar a los bebés de injustos? Porque Abraham le pidió a Dios que si hubieran tan sólo diez hombres justos en Sodoma no la destruyera, y Dios, aceptó. Entonces, vemos que ni los bebés de esta ciudad eran justos; porque los bebés no están formados, y necesitan de los adultos para ser lo que van a ser. Dios sabe.

Que nadie juzgue a Dios, porque el juicio de Dios caerá sobre este juicio de hombre al juicio de Dios.

Puedo decir y digo, que la vida en la tierra es un trance para el alma, para la persona. El alma se cubre con el cuerpo, que necesita para vivir en la tierra, y luego, pasado el tiempo para cada ser, éste ser muere y se va a la vida espiritual, de donde plenamente goza de su libertad el alma inmortal. Más tarde, el cuerpo se añadirá al alma, y siendo un cuerpo glorioso, no tendrá necesidades terrenas de abastecerse y degradarse por ellas, o enaltecerse con ellas, porque Dios ya habrá juzgado y ya pasó el juicio, y el cuerpo servirá para demostrarse y mostrarse físicamente la plenitud del amor con el cuerpo y el espíritu, que es alma inmortal, virginal en su esencia espiritual.

Sé que muchos aman la vida, y eso es bueno; sé que muchos aman a la persona, y eso es bueno; sé que pocos esperan y viven para una vida eterna en el Cielo, y eso es malo.

Tú, hijo de Dios, espera tu herencia, que es la plenitud del Amor cubriendo tu alma entera. Nunca serás más feliz que en el Cielo. Jamás en la tierra gozarás de más felicidad y alegría, que en el Cielo; allí toda la alegría, toda la felicidad, te será dada con el Amor de Dios.

Benditas las almas santas que, como Lot, se mantuvo sano y santo ante la barbarie de la especie humana degradada, corrupta, satánica, que vive la inmoralidad, la antinaturalidad; y la dictadura es su ley, la de un hombre vicioso, peligroso en su esclavitud y maldad, porque en su ira de ser malo, quiere que todos sean malos como él.

Dios puede y hace que un malo, un malvado, vuelva a su pureza de esencia carnal en las entrañas de la madre que lo cobija nueve largos meses; Dios puede hacer esto y mucho más, y lo hace, pero necesita de la voluntad del hombre, de la persona, que renunciando al mal, acepte el bien para él y para los demás. Tú, por la confesión, puedes volver a nacer si, teniendo el bautismo has pecado; y si no eres bautizado aún, bautízate y verás cómo tu pureza resplandece por tus obras y palabras de fe. Y la Eucaristía te lleva a la perfección, a la santidad, porque sólo el que  se deja Amar y guiar por Dios, obedeciéndolo libremente en todo, sólo éste heredará el Cielo Eterno. Ya Dios dijo que sólo el que come su Carne y bebe su Sangre, sólo éste se salvará. Es palabra de Dios.

P. Jesús

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