Abandonado Abruman las fatigas, flaquean las fuerzas. Cansa vivir, respirar y existir.
Prisionero te sientes, encadenado a tus pesares, queriendo huir de ti mismo, por tantos males.
Sientes que ya no puedes, cargar con tus preocupaciones con tantas contrariedades.
No comprendes, no entiendes… ¿por qué Dios no te socorre?
El Todopoderoso guía tu vida, por extraños senderos, pero de ti no se olvida.
El Creador permite tus tropiezos, y los motivos son secretos.
Mas, resiste con esperanza, ora y aguarda, que Dios te escucha, y dará fin a tu lucha.
No te des por vencido. No pienses que está todo perdido.
Porque el fracaso está en abandonar, y no en volverlo a intentar.
¡Dios existe! Y aunque no entiendas, ¡tú persiste! Y acabarán tus lágrimas.
Te sientes por Dios abandonado, pero es porque en realidad, tú no te has abandonado en la Divina Trinidad.
Alba Bellido Durán |
Mística - 2. página
Inocente culpable
Inocente culpable Sangre inocente fue derramada, para limpiar nuestra alma. Una vida cruelmente asesinada, para dar la Vida Eterna.
El Rey fue humillado, sin culpa, ejecutado. El que nunca cometió pecado, fue, sin pena, maltratado.
El que vino por misericordia fue tratado sin misericordia. El que se entregó por amor, fue entregado sin amor.
Jesús pagaron tu amor, con odio y dolor. Te cargaron de faltas falsas, cuando Tú viniste a liberar las nuestras.
Jesús amado, ¿cuál fue tu crimen, proclamar el Reino? ¿Qué delito hiciste? ¡Amar a todos y darnos el Cielo!
Oh, Dios mío, llevas a tus espaldas mis pecados, cargas mis faltas en tus hombros. Recibes mi ignominia, y aceptas padecer mi condena.
Con tu sangre, mi culpa, limpias. Con tu humillación, mis pecados, reparas.
Con tu oprobio, me abres el Reino. Con cariño, ¡sufres tu calvario!
No te quejaste por ningún latigazo, callaste y te aguantaste, ¡mientras, nos amabas!
Tú, querido Jesús, padeciste las penas que yo merecía, y me diste la Eternidad que no merecía. Oh mi Dios, como cordero, fuiste inmolado, cual ladrón, condenado, y lo único que has robado es mi corazón, de ti enamorado. ¡Te amo!
Alba Bellido Durán |
Gran virtud
Gran virtud Corazón orgulloso, no hallará la felicidad, su alma en oscuridad, permanecerá toda la eternidad.
Vivir resentido, vivir con egoísmo, tiene el destino de una vida sin sentido.
Vivir sin perdón, vivir con duro corazón, lleva a la situación de una vida sin ilusión.
El sosiego se halla, en el alma aquella, que con humildad, vive y con humildad, espera.
El corazón descansa cuando tal virtud, contiene, pues aprende en Dios, poner su confianza.
La belleza de la humildad, hace florecer el alma, y lleva a alcanzar la felicidad y santidad.
La pureza de la humildad, hace, con amor, obrar, y lleva a practicar la misericordia y caridad.
La asumción de la humildad hace nuestra pequeñez reconocer, y lleva a valorar el querer que Dios nos da sin necesidad.
Humildad, virtud preciosa que una alma piadosa, debe conseguir.
Humildad, fuente de alegría que día a día hay que perseguir.
Vivir con humildad, es vivir ¡camino a la santidad!
Alba Bellido Durán |
Volver a ti
Volver a ti Oh, mi Dios, de tu pensamiento nací, y volveré junto a Ti; en la Eternidad nos veremos,
Susurra mi alma, que espera tu compañía. Mi corazón ya desea, fundirse en el tuyo.
Nostalgia siento, ya quiero vivir en tus adentros.
Impaciencia tengo, ya deseo, vivir en tu Reino.
Mientras espero nuestro reencuentro, me mantengo en el deseo de vivir para siempre a tu lado.
Mientras lucho, por mi regreso, me sostengo en el anhelo, de sentir para siempre tu abrazo.
Por fin podré descubrir tu rostro. Al fin gozaré de notar cuánto me amas.
Tu grandeza, miraré, tu gloria, admiraré, tus maravillas, contemplaré, y en tu corazón me fundiré.
Descubriré las hazañas, que has hecho para recuperar mi alma. Me complaceré en pertenecerte y junto a ti, mantenerme eternamente.
Oh, mi Dios, viviré en tu Trinidad, ¡Qué felicidad! Duele tener que esperar, pero tu amor ayuda a aguardar.
De tu pensamiento, nací, por tu deseo, existí. Tú me creaste a mí ¡y volveré junto a Ti! ¡Claro que sí!
Alba Bellido Durán |
Te ama
Te ama Olvida tu tristeza, aparta tu nostalgia, acalla tus lamentos y escucha lo que es cierto.
Que sonría tu alma que se llene de júbilo tu ser, que salte tu corazón ¡pues hay todo un Dios que te entrega su amor!
A pesar de tus fallos, de tus vicioS y pecados, de su amor, eres afortunado por su cariño alcanzado.
Dios te ama, eres para Él un tesoro; Dios te ama, ¡está de ti enamorado!
Dios te ama, con ilusión creó tu alma; Dios te ama, ¡con pasión te aguarda!
Dios te ama, su amor sobre ti derrama ¡Dios te ama! ¡y cada día lo clama!
Dios te ama, y cuál embelesado, cariñoso, enamorado, te ofrece su amor desinteresado.
Dios te ama, aunque no lo sientas, aunque no lo creas, ¡Aanque no le quieras!
El Todopoderoso, te ama, ¡a ti te ama! Tu preciosa alma, fue de sus manos formada.
Dios te ama, y con tierna paciencia espera tu correspondencia.
Alba Bellido Durán |