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Sabías que… - 8. página

Sabías que…

HOY, COMO SIEMPRE, ES BUEN DÍA PARA HABLAR DE MARÍA

HOY, COMO SIEMPRE, ES BUEN DÍA PARA HABLAR DE MARÍA

María, como todo el mundo sabe, es nuestra Madre.

Me duele que ignores a María, porque es tu Madre y la mía.

Jesús te mira con simpatía cuando amas a María.

La maternidad divina de María no es opinable, es impepinable, como que también es Madre de la Iglesia.

María, fiel seguidora de Jesús, es la primera cristiano-católica, la primera evangelizadora: (“Haced lo que Él os diga”) y ya está, dijo en Caná; es también Corredentora, por sus lágrimas al pie de la Cruz y por su Sí continuado a la voluntad de Dios.

En su humilde grandeza, es Reina de bondad y pureza, y reina en las almas sencillas de pueblos, ciudades y villas.

Nada mejor que el “factor amor”, que mueve el mundo, pues, según esta teoría, María es la “factoría”.

Si nuestro amor a Dios se enfría, acudamos a la Virgen María, y Ella cargará la batería.

María es flor de flores, amor de amores, y la amamos sus hijos, hagan fríos o calores. Quien la honra en la tierra, en el Cielo la honrará; Ella le acogerá y la puerta le abrirá. Ella nos ofrece su amistad por toda la eternidad.

“Si vives sin Dios, vives en pecado”… pues, si vives sin la Madre de Dios…, tú verás, Barrabás.

El amor a Nuestra Madre nos hace más amables.

El amor a Nuestra Madre nos hace más sociables, y, así como una madre une a la familia, la familia de los hijos de Dios permanecerá dividida y megadispersa, hasta que decidan acogerla en Casa, como hizo San Juan. La unión de los cristianos es una utopía, si no les une María.

El diablo, que sabe más por viejo que por diablo, no quiere ni oír hablar de María (pues, aguanta, que yo hablo todo el día) porque Ella le aplasta la cabezota —cornamenta incluida—, por eso incita a los cristianos a silenciarla y a fomentar la amnesia y la dislexia pastoral de ganaderos hijos del mal.

¡Qué alegría, enamorarse de María! Ámala, díselo con flores y con requiebros salidos del corazón. Pon alguna imagen suya en tu habitación, y acostúmbrate a saludarla, aunque solo sea con una mirada salida del alma; tendrás más paz y más calma.

Con María en el corazón, huye la depresión.

Tu Madre quiere hacer de madre, y espera que se lo pidas:

—“Madre, ayuda a este hijo tuyo”. “María, muéstrate madre”. “Mamá, prepárame un camino seguro”. “Cuéntale a Jesús cosas buenas de mí”. “¡Mírame con compasión, aparta esta tentación!” “No me dejes, Madre mía”.

Ella limpia tus churretes, si en algún charco te metes.

Ella es el camino más corto para llegar a Dios, le lleva en sus brazos, está siempre en su presencia.

María es mediadora de todas las gracias, es el medio y el remedio. ¡Pon los medios, pídele ayuda!

Si acudes a tu Madre celestial, tendrás “acompañamiento psicoemocional” y espiritual.  

María es causa y soporte de nuestra alegría. Fue, la sierva fiel, a cuidar a Isabel; ponte en camino, practica el “senderismo”, o imítala, que es lo mismo.


¿QUÉ TE PARECE?

Hay muchas sectas cristianas que no reconocen los privilegios de María, y así les va.

Quien deja a su Madre de lado está desequilibrado.

Ocultar a María es arrinconar una joya en el trastero.

Despreciar a María es una fechoría, rabiosamente anticristiana, propia de un pollo con mal rollo.

Quien menosprecia a su Madre virginal, vive en la indigencia espiritual.

Si Satanás elimina la razón, María ilumina el corazón.


Javier Bellido

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HAY PERSONAS CON CORAZÓN

HAY PERSONAS CON CORAZÓN

Qué emoción encontrar a personas con corazón, especialmente a esa gente que te brinda ayuda urgente y te da solución en una difícil situación.

“Qué bueno es Dios que todo lo perdona, con una buena confesión”; su Sagrado Corazón es todo amor y misericordia. En verdad, Jesús, Dios y hombre verdadero, la segunda Persona de la  Santísima Trinidad, nos ama también con corazón humano de padre, de amigo, de hermano.

Dios nos pide amor verdadero, el corazón entero, en el Mandamiento primero. Él, por nosotros, lo entregó entero, hasta la última gota de su preciosísima Sangre, derramada en la Cruz; ofreció al Padre eterno todo el contenido, maravillosamente redentor, de su dulcísimo, amante y sangrante Corazón, que late eternamente por nosotros en el Cielo y, de modo extraordinario, en el Sagrario.

El mejor camino de salvación, de santificación, es la conformación a los sentimientos de su Sagrado Corazón.

Todos los santos, sea cual sea su especialización, han tenido corazón, y, como “san gerundio”, vivieron amando.

Jesús, con su Corazón perfecto, se alegraba y lloraba, se compadecía y se conmovía… y, después de resucitado, nada en Él ha cambiado. A Él, que por ti su Vida ha entregado, no le hagas llorar; deja de pecar, vete a confesar, vuelve a empezar. No seas zote, busca un sacerdote.

Es de sabios y santos, rectificar tras errar, pero algunas criaturas siempre calzan herraduras.

Con el corazón en bandolera, vas en loca carrera, con la ligereza de un pollo sin cabeza. Tu amor a Dios oscila entre el cero y la nada.

¿Tienes tu corazón a la deriva, sin gobierno y con rebelión a bordo? Seguramente porque sigues la corriente —¡ojo, que electrocuta!— y eres un repelente practicante fluctuante de corazón indiferente. Sé un militante consecuente, pasa de la gente, ve contra corriente, usando la energía renovable de la gracia santificante.

No vayas contra conciencia, que es como hacerse trampas al solitario.

La gracia santificante es la vacuna esterilizante contra el “virus peccati”, siendo también vigorizante y bioestimulante, en este ambiente anestesiante, para seguir adelante.

¿Tienes tu corazón al pairo? ¡Ojo con el paro cardíaco!

Vas muy mal  si te conformas con cumplir sólo las normas. ¡Pon el corazón, pídele a Jesús una transfusión! Tener sed de Dios es de lo más natural…, pues acude al Manantial.

“… y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas…” (Mt 11, 29). Dile con el corazón, Jesús, quiero descansar en Ti, aquí y Allí.

Si tienes el corazón congelado, acarambanado —caramba con la mandanga— pídele al Señor, Jesús, que lo saque del congelador y lo encienda con el fuego de Emaús.

María nos ama con corazón de madre, pidámosle nos ayude a desempolvar y/o desempedrar el corazón.


¿QUÉ TE PARECE?

“Oh buen Jesús, te pido me concedas la gracia de salvar un alma por cada latido de mi corazón, unido a los latidos del Tuyo y a los de tu Santísima Madre. Te lo suplico, por tu preciosísima Sangre y por tu divina misericordia”. (Esta oración bendita la encontré en una estampita, y Dios prometió “cumplir” a quien la recita. Tenla sobre la mesita, que mucha gente te necesita).

¡Jesús, Salvador mío, en Ti confío!


Javier Bellido

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HAY SORDOS COMO TAPIAS

ABUNDA EL ATEÍSMO DIGITAL

—Pareces más sordo que una tapia, porque no oyes la Palabra de Dios. Entra en una iglesia —católica, por supuesto— y escucharás al Espíritu Santo, porque allí hablan hasta las paredes… y, no digamos, Jesús, que el Santísimo Sacramento tiene en el Sagrario alojamiento, y siempre responde a quien le dice algo. Te dice: “¿Qué quieres?” ¡Díselo, y escucha!

—Los derechos, las obligaciones y las consecuencias bautismales son estrictamente personales, individuales, pero el bautismo tiene repercusiones “generales” para el “soldado” de Cristo.

—Si “funcionamos” por dentro, se notará por fuera (“de la abundancia del corazón habla la boca”).

—Si no amas a Dios y a los demás, difícilmente te salvarás.

—No seas simple, simplemente serás feliz, amando a Dios y al prójimo.

—El ateo redomado, que vive acomodado, cree en Dios, DEMASIADO.

—Si procuras agradar a Dios y a los demás, no te vas a degradar jamás.

—Si te haces niño, Jesús te dará su cariño.

—No hay mayor desprecio y villanía, que no hacer aprecio de María.

—María, por tu Inmaculada Concepción, ayúdame a vencer la tentación.

—Llevemos a María, flores, Ella es el Amor de los Amores.


¿QUÉ TE PARECE?

—Todos somos más o menos delincuentes, por ser pecadores, pero podemos llegar a santos, siendo delincuentes penitentes.

—Quien no respeta a Dios, no respeta el espacio sagrado, ni el mundo creado, ni al vecino de al lado.

—El diablo se quedó de retén a las puertas del Edén.

—La herejía sostenible es pandemia muy temible.

—Amar a Dios trinitario, lo único necesario.

—¡Qué horror, vivir en el error! La verdad es siempre necesaria.

—¡Sacúdete el yugo de Satanás-verdugo, no seas mendrugo!

—Viva la “telefonía fija” de la Oración, en línea directa con Dios; no seas un “móvil” —inestable en tus afectos y propósitos— ni un “portátil” —que se deja llevar— porque vas a fracasar.

—Un corazón de duro granito, puede, al fin, cristalizar en adoquín.

—¿Quieres acabar en el abismo? ¡Pues, tú mismo!

—¡Sacramentos, Gracia por un tubo! La Confesión es pura medicina regenerativa.


Javier Bellido

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ABUNDA EL ATEÍSMO DIGITAL

ABUNDA EL ATEÍSMO DIGITAL

—Abunda el ateísmo digital (“… si no meto mi dedo en esa marca de los clavos… no creeré”).

—Aunque no te lo creas, “El justo peca siete veces al día”. Desde la gran “evasión” del Paraíso, engendrada por Eva, vivimos empecatados, “empaquetados” y atados por el diablo, pero —por misericordia divina— estamos etiquetados con una flecha hacia Arriba y un aviso de “muy frágil”. En la “etiquetación” figura el camino de salvación.

—Cuando el hombre no ama a Dios, se deshumaniza, se come lo que se guisa, y se pierde la ternura del Padre, que ama con locura a su criatura.

—La Sagrada Comunión es “Bionutriente”, espiritualmente, “Biodinámica” y “Bioestimulante” para el católico practicante.

—La devoción a María nos ayuda a reducir la vecería, a dar fruto cada día. No te apures por nada, acude a María Inmaculada. El amor de tu Madre es grande, seguro y fijo, dale tu amor de hijo.


¿QUÉ TE PARECE?

—Tú mismo te haces daño, si en amar eres tacaño.

—Hay quien a Dios no adora, por falta de comprensión lectora.

—Perfeccionar la traición no es camino de perfección.

—Los Mandamientos no son negociables.

—El pecado es una irresponsabilidad personal y un daño global, que tiene efectos secundarios y terciarios.

—Vivir la piedad no es vivir la ingenuidad.

—Unos por otros, la Iglesia sin barrer. Que el látigo de Dios limpie la Casa del Padre.

—Propongo declarar el Viernes Santo como Día mundial del Amor.

—Un teófobo nunca entenderá el mundo, lo que hace un cristiano en un segundo.

—Mejor perder el mundo de vista por mirar el cielo, que perder el cielo de vista por mirar el suelo.


Javier Bellido

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DEBES GANARTE EL CIELO

DEBES GANARTE EL CIELO…

Porque eso de que la sola fe salva, es un camelo. Es algo certero, que Allí no hay coladero, aunque lo diga Lutero.

No vayas por la vida “de turista”, no pierdas el cielo de vista. Hace tiempo, había un joven que tiraba pedradas a la Luna, intentando vanamente alcanzarla… pero un buen día ganó el concurso de lanzamiento de piedras. Tú apunta alto, ten una vida de altura, sobrenatural.

El Cielo, tu parcela que Jesús te rescató, es la más indescriptible maravilla de todo el Amor de Dios que “Ni ojo vio, ni oído oyó…”, ni la madre que nos parió, nunca imaginó.

La “visión beatífica” (todas las locuras del corazón, satisfechas) es vivir eternamente en el Corazón de Dios. Descubre el Cielo, míralo, agradécelo, conócelo, deséalo y “conquístalo”.

 En el Cielo hay lugar para todos los que hacen obras de fe, pero allí no caben los egoístas. Mira el Cielo, emprende el vuelo.

Proponte, de ahora en adelante, vivir en gracia santificante. Déjate amar por el Espíritu Santo, Dios, que te ama tanto. La voz de la conciencia es la voz del Buen Pastor. No seas inconsciente, (imprudente) sacando de tu conciencia lo que vaya contra ella, haciéndote creer que no eres consciente, que “no te enteras”. Piensa que cuando ponemos el corazón en el dinero, el sexo, la pitanza… el virus del mal avanza.

Piensa que algo falla en ti, si no te sientes amado por Dios, que tienes a tu puerta a Jesús resucitado, y no te has enterado. ¡Que no te enteras!, si cambias el Camino por esas malas carreteras, porque sólo el Camino nos lleva a nuestro Destino.

Jesús es la alegría de la Vida; tienes paz cuando Él está cerca de ti, y tienes alegría cuando Dios vive en ti. No hay mejor compañía que la de Dios-Eucaristía. Busca tu consolación en la Confesión, y tu alegría en la Comunión.

¿QUÉ TE PARECE?

Vive e implanta la moda que Dios quiere, la moda de vivir en Gracia (no me refiero a ese barrio de Barcelona).

Mal andas y mal puedes acabar, si no quieres evangelizar.

La felicidad de Jesús es ver feliz a su bendita Madre, que es también Madre nuestra; hagámosla feliz cada día, diciéndole: te amo Madre mía, mi corazón en ti confía.


Javier Bellido

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